La Carpintería de Madera no es ajena a la evolución, de manera que en un taller de carpintería no es raro ver máquinas como las impresoras 3D, las cuales sirven a la hora de hacer más fácil la tarea de los profesionales. Estos también son conocedores de la importancia que tiene para los clientes la sostenibilidad, por lo que trabajan con el fin de que su oficio lo sea.
Los consumidores son muy conscientes de la importancia de escoger materiales sostenibles, además de preferir aquellos procesos que respetan nuestro medio ambiente. Por eso, los profesionales están introduciendo nuevos tipos de maderas.
El FSC (Consejo de Administración Forestal) es una organización que certifica que una madera se ha obtenido de fuentes sostenibles. El sello garantiza que esa madera que llega al taller proviene de bosques que se gestionan de manera responsable Una de las mejores formas de luchar contra las malas prácticas forestales es no comprar madera obtenida de fuentes dudosas, que es lo que consigue FSC.
No es raro que un carpintero use madera reciclada, pero en los últimos años esta práctica (que estaba casi en desuso) se ha puesto en valor. Proviene de los muebles, puertas e incluso de las vigas de los edificios (los carpinteros aprecian mucho las vigas de maderas como la sabina). Así se consigue reducir el desperdicio, a la vez que se les da a los proyectos un toque muy personal y rústico.
Ya existen alternativas a la madera tradicional como el bambú. Esta es una planta que crece muy rápido, de manera que en algunas zonas la usan a modo de alternativa a la madera.
También se ha recurrido a la madera artificial, que se fabrica con maderas de rápido crecimiento a las que se le añaden resinas que no son tóxicas.
En los talleres, ahora se ve tecnología avanzada que facilita el trabajo. Esto permite una precisión enorme, de la cual los carpinteros profesionales no habían disfrutado nunca.
Ahora, en cualquier empresa de carpintería y ebanistería tienen máquinas CNC, de Control Numérico Computarizado. Eso permite realizar cortes milimétricos muy complejos con una gran sencillez. Así, cualquier carpintero puede hacer diseños precisos, ya que solo hay que programar la máquina con el fin de que los lleve a cabo. Además, tarda muy poco tiempo y el error humano desaparece.
Son muy precisas, logrando cortes que serían imposibles de hacer a mano. También son eficientes, reduciendo mucho el tiempo de trabajo y permitiendo las labores en serie.
Se emplea tanto para hacer muebles a medida como para realizar piezas decorativas. Puede llevar a cabo cortes muy intrincados sin fallos y obtener detalles de una precisión enorme.
Aunque parece que el mundo de la impresión 3D y el de la carpintería no tienen nada que ver, lo cierto es que estas impresoras ayudan a crear prototipos e incluso pequeños componentes.
Los carpinteros pueden diseñar modelos en CAD y luego imprimir pequeñas versiones. Así, ven si sus ideas son viables antes de comenzar con la pieza real.
Una de las principales es el ahorro de madera, ya que se sabe si el diseño está bien hecho sin necesidad de desperdiciar este material.
También ayuda a crear elementos decorativos o piezas pequeñas para los muebles, dándoles un aspecto único.
Con la realidad aumentada, los clientes pueden ver cómo queda una pieza en su hogar antes de que se comience a fabricar. Esto es muy útil en la carpintería a domicilio, en la cual se podrán hacer los cambios necesarios para que todo quede a gusto del cliente.
Se evitan así muchos errores, puesto que se ve el mueble en el espacio en el que se va a colocar. Así, se aprecian fallos de diseño, se comprueban los tamaños, etc.
Por supuesto, hacer que este sector sea más actual e innovador tiene muchos beneficios, tanto para los clientes como para los profesionales.
En este momento, los clientes valoran tanto la personalización de los productos como su sostenibilidad. Para muchos clientes, los materiales sostenibles y las opciones de personalización son muy atractivas. De hecho, un taller que opte por ambos se podrá diferenciar de la competencia.
Gracias a las tecnologías que se han ido viendo a lo largo del artículo, los carpinteros trabajan más rápido y más barato. Los costes se reducen, a la vez que se rebaja el desperdicio de trabajo y no hay que emplear tantas horas.