Un año más, la procesión en honor a San Roque ha recorrido la histórica calle Alfonso VIII del Casco Antiguo de la capital, desde la iglesia de San Felipe Neri hasta la Plaza Mayor. La Banda de Música de Cuenca acompañó el solemne desfile, que estuvo presidido por el concejal Víctor Manuel Fernández, en representación del Ayuntamiento, junto a otros miembros de la Corporación Municipal.
A medida que avanzaba la procesión, más personas se fueron uniendo a este acto sencillo pero profundamente emotivo, que a lo largo de los siglos ha mantenido viva la tradición de agradecimiento a San Roque. Este santo, venerado como patrón de los enfermos, cirujanos, peregrinos y protector contra las epidemias, especialmente la peste, sigue siendo una figura de gran devoción para los conquenses.
La imagen de San Roque, esculpida por Bieto Masip, es una obra de arte que se venera en la iglesia de San Felipe Neri. La hermandad encargada de organizar la procesión está formada por aproximadamente doscientos hermanos, quienes año tras año se dedican a honrar la memoria de este santo nacido en el siglo XIV. San Roque es representado tradicionalmente acompañado de una perra, símbolo del auxilio divino que recibió durante su vida.