El estado de abandono del punto limpio es total desde hace años. Las puertas de acceso se encuentran arrancadas y tanto fuera como dentro de las instalaciones se depositan todo tipo de residuos sin control: residuos de construcción y demolición (RCD), electrodomésticos, muebles, colchones, chatarra de varios metales y aleaciones, textiles, envases de plástico, vidrio y cartón, polímeros expandidos e, incluso, posibles residuos peligrosos difíciles de detectar por el desorden y caos con que se encuentran acumulados en los contenedores y suelos.
La falta de cerramiento convierte esta acumulación de residuos en un peligro, no solo para el medio ambiente, sino también para la salud pública, puesto que animales y personas pueden acceder a residuos potencialmente peligrosos sin limitación alguna.