El empresario Julián Soler Marqués, natural de Quintanar del Rey (11 de abril de 1932), falleció este martes 23 de Julio a los 92 años, rodeado de su mujer e hijas, dejando un valioso legado familiar y empresarial. El funeral en su memoria tendrá lugar el miércoles 24 de Julio a las 19.30 horas en la Iglesia de San Marcos Evangelista de Quintanar del Rey (Cuenca).
El fundador y presidente emérito de JULIAN SOLER S.A. deja una profunda huella en el sector español del mosto concentrado, como empresario y, ante todo, como persona de valores y marcado compromiso social
Tras una primera vendimia a la edad de 12 años, y estudios de Enología y Viticultura en Requena a los 16, pronto empezaría su andadura empresarial. Al principio, en los años 50, trabajando con su padre Antonio y hermano Magín en una pequeña bodega situada en Quintanar del Rey, en la que en 1968 se instalaría el primer equipo concentrador de mosto de Castilla-La Mancha, instalación totalmente innovadora para la época. Posteriormente, desde 1997 y previa inauguración oficial por el entonces presidente de Castilla-La Mancha Don José Bono, acompañado del Consejero de Agricultura Don Fernando López Carrasco, siguió invirtiendo en el equipo humano y material de las instalaciones actuales que la empresa tiene en la vecina localidad conquense de Villanueva de La Jara, donde cuenta actualmente con más de 80 empleados fijos, una sólida presencia comercial en más de 48 países de los 5 continentes, y una cifra de negocio superior a los 60 millones de euros.
Como maestro e inspirador de la industria, tanto en el terreno personal como empresarial, Julian Soler Marqués fue presidente de la Asociación Empresarial de Zumos de Uva y Mostos de España (AEMZU, 1986-2002) y recibió diversos reconocimientos a lo largo de su trayectoria profesional por su aportación exportadora al equilibrio productivo vitivinícola de nuestro país, ante la situación de excedentes de vino. Liderazgo exportador en mosto concentrado que la empresa sigue manteniendo hoy en día.
Entre sus galardones principales atesora el respeto de todo el sector primario e industrial vinculado al viñedo de Castilla-La Mancha, de cooperativas y asociaciones de agricultores, así como de empresarios privados, entre los que su nombre se ha convertido en marca, JULIAN SOLER, y donde su legado no sólo se limita a su contribución al desarrollo de la industria sino, en sus propias palabras, a “concebir la empresa como el instrumento principal de servicio a la sociedad”.