Este miércoles 26 de junio, desde el núcleo del PCE en Cuenca han presentado la campaña ‘La vivienda es un derecho, no un negocio’. En los últimos años, desde el Partido Comunista se ha ido denunciando cómo el precio de la vivienda, las cuotas hipotecarias y los alquileres se han disparado, resultando en la imposibilidad para la clase trabajadora de acceder a una vivienda digna. Tras la burbuja hipotecaria y la del alquiler, especialmente tras el anuncio de la instalación del centro de estudios penitenciarios en la localidad, y las sucesivas crisis económicas derivadas desde el Covid-19 hasta los conflictos bélicos internacionales, el índice de precios al consumo ha aumentado un 3,3% entre abril de 2023 y abril de 2024 en la provincia. “Este incremento ha transformado un derecho universal, como es la vivienda, en un lujo inaccesible, incluso para quienes tienen empleo. En los últimos años, el precio del alquiler ha aumentado un 55,6%.”, afirman las y los comunistas.
Desde el PCE explican que “en Cuenca, también hemos visto un aumento significativo en las viviendas destinadas a alojamientos turísticos, sumando 1319 nuevas viviendas en los últimos 4 años, lo que representa un aumento del 69,3%. Esto implica que, de cada 6 viviendas destinadas al alquiler, solo una es para el alquiler convencional y las otras 5 se reservan para alquileres vacacionales”. La mayoría de estas viviendas pertenecen a grandes entidades o asociaciones que gestionan viviendas turísticas, lo que significa que “los beneficios no permanecen en la localidad, y además, estas viviendas generan una retribución más reducida que un establecimiento hotelero convencional”.
A pesar de esta situación crítica, el Ayuntamiento de Cuenca, como institución más cercana y con competencias en materia de vivienda, no ha desarrollado una política definida al respecto, limitándose a fomentar la promoción privada y el desarrollo urbanístico descontrolado. Invertir en la construcción de nuevas viviendas resulta ilógico cuando existen decenas de viviendas vacías sin justificación. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM) también se niega a declarar Cuenca como una ciudad tensionada, a pesar de que la situación empeora cada mes.
Desde el PCE en Cuenca solicitan mecanismos de apoyo ante esta situación, tales como: