Según el escrito de conclusiones provisionales del ministerio fiscal, el hombre aprovechó las ocasiones en que se encontraba a solas con su sobrina para perpetrar las agresiones sexuales, pese a la oposición y resistencia de ella.
Esto sucedió en agosto de 2018, cuando ella todavía era menor de edad, en diciembre de ese mismo año y en febrero de 2019, y el acusado la conminó a que guardase silencio “o sería peor”.
Según la Fiscalía, los hechos son constitutivos de tres delitos de agresión sexual, y pide por cada uno de ellos una pena de diez años de prisión, además de la prohibición de acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con cualquier medio con la víctima.
Asimismo, solicita la inhabilitación absoluta e inhabilitación especial para cualquier profesión que conlleve un contacto regular con menores de edad por tiempo superior a diez años tras la pena de privación de libertad, y libertad vigilada durante ocho años.
También reclama que el acusado indemnice a su sobrina con 30.000 euros por daños morales.