El pasado domingo veintiséis de mayo, el VIII Circuito de Duatlón de la Diputación de Cuenca llegaba a la localidad de Villaescusa de Haro para celebrar su segunda prueba puntuable. Se disputaba la octava edición del Duatlón Cross del Queso en Aceite sobre un trazado que consistía en un primer sector a pie de 5 kilómetros, un segundo de 20 kilómetros en bicicleta de montaña, para terminar con un último sector a pie de 2,2 kilómetros.
El día amaneció soleado y primaveral, aunque pronto la temperatura mostró una cara más veraniega. A las ocho y media comenzaron a llegar los primeros atletas a recoger su dorsal y su bolsa del corredor donde, además de unas muestras, obligatorias en esta carrera de queso manchego de la empresa local Villa d’Haro, se podía encontrar una camiseta conmemorativa de la prueba. A las diez, con la puntualidad exigida, tras las preceptivas y habituales últimas instrucciones, incidiéndose en los posibles efectos del calor, los cincuenta y un duatletas apuntados a la prueba individual y los corredores de las ocho parejas inscritas, situados en la recta junto al polideportivo a la vera del antiguo convento de los Dominicos, salieron dispuestos a conseguir su propio triunfo.
El primer sector, de 5 kilómetros a pie, destacaba tanto la belleza del paisaje primaveral como por la dureza de su trazado rompepiernas por el paraje del Toyo. Con un primer tramo por el interior de la villa, la carrera discurría tanto por pistas como por sendas, lo cual permitió que la carrera pusiera desde el principio a los corredores en fila india.
Los corredores iban llegando a la primera transición, donde se descalzaban las zapatillas de correr y se subían a la bicicleta de montaña. Con 20 kilómetros por delante en un trazado sin dificultades técnicas, pero con continuas subidas y bajadas por los parajes de la Sierra de la Villa y Briones. Los ciclistas sufrieron y disfrutaron al tiempo mientras los líderes de cada categoría conservaban sus posiciones.
Bajo la atenta mirada del público que se había acercado a vibrar con el espectáculo, los corredores que finalizaban el sector dejaban su bicicleta y se calzaban de nuevo las zapatillas de correr lo más rápido posible, porque ya estaban en el momento decisivo de la prueba. Quedaban por delante 2,2 kilómetros para intentar mejorar alguna posición. En este caso la organización quiso enseñar su localidad a los participantes, y el recorrido transcurrió por el entorno, pero sin perder la dureza, que se sumaba a la fatiga acumulada, fatiga que permitió a los deportistas disfrutar de la antigua Fuente Romana y las Balsas y sentir la cercanía de la iglesia parroquial de San Pedro y del edificio de la Universidad non nata.
Tras el esfuerzo, la recompensa. Bebida, fruta, frutos secos y bocadillos de panceta ayudaron a los que consiguieron derrotar al circuito a reponer fuerzas en el ambiente de camaradería que siempre se genera entre deportistas al superar los retos marcados. Sin ninguna incidencia durante el transcurso de la prueba, y una vez las fuerzas estaban repuestas, se procedió a la entrega de premios.
La entrega de premios estuvo presidida por los diputados provinciales Abel Fresneda, responsable del Servicio de Deportes, y por Cayetano Solana, también alcalde de Villaescusa de Haro. Todos los premiados recibieron el tradicional trofeo que se ha convertido en emblema de esta carrera consistente, como no podía ser de otra forma, dado el nombre de ésta, de un bote de queso en aceite que permite saborear la victoria en pequeñas porciones, junto a botellas de vino o de aceite.
En lo que se refiere a las clasificaciones, el vencedor absoluto de la prueba fue Antonio Cerezo López (Club Triatlón Meta 3) con un tiempo de 1h 08’ 38”. A algo menos de un minuto llegó Antonio Zafra Muñoz (Ecosport Triatlón Alcober), quedando en tercer lugar Rafael Bonilla Torres, del equipo Club Triatlón Meta 3, con un tiempo final de 1h 09’ 31”.
Entre las mujeres, Cristina Tello Fustel (Ecosport Triatlón Alcober), con un tiempo de 1h 32’ 08”, se hizo con la victoria, quedando en segunda posición a casi tres minutos, la atleta Noelia Sepúlveda Castillo (Corretrail Cuenca). La tercera posición fue para Patricia Peral Moya, del C.T. Villarta.
Por categorías, destacar que en Senior Masculina venció Daniel Alcalde (C. D. Rujamar). En Veteranos, por la parte masculina, el principal puesto de honor lo ocupó Antonio Cerezo López (Club Triatlón Meta 3). En el lado femenino fue Cristina Tello Fustel, del Ecosport Triatlón Alcober, la que llegó en primer lugar. Para terminar con la lista de vencedores individuales en cada categoría nos faltaría nombrar a Ángel Herencia Carramolino, del equipo Tritoledo, que fue el primer Máster Masculino en cruzar la meta.
En la clasificación por parejas el podio estuvo formado por Manuel Jiménez y Jorge Navarro (Magdala Corre-Castillejo) en la primera posición. Segundos fueron Javier Quintanar y Antonio Zafra (independientes), mientras que la pareja local Luis Enrique Sánchez y Eugenio Sánchez Lozano (Cerro de la Horca) completaron el podio.
Y, por último, reseñar que el equipo que consiguió la victoria fue CD. Záncara Canforrales, escoltado en el podio por el C.T. Villarta y el C.D. Cerro de la Horca.
Con los premios repartidos, todos los deportistas ya tienen la vista puesta en el próximo 8 de junio, que será cuando se celebre la próxima cita del circuito, el I Memorial Marino Saiz en Villarejo Periesteban.