El proyecto Invierte en Cuenca indica la apertura de un nuevo establecimiento hostelero con Casa Leandra que ya presta servicio a sus clientes desde el pasado 7 de mayo.
El hecho de que un local comercial que no contaba con actividad en la calle Noheda 3 vuelva a desarrollar un negocio cumple con uno de los objetivos estipulados por este proyecto de CEOE CEPYME Cuenca que es el de aprovechar estos espacios para la puesta en marcha de empresas.
Este es el caso de Casa Leandra que, de la mano de la gerencia de Rubén Torralba, con gran experiencia en el sector desde el Bar Fidel junto a su familia y con presencia en otros establecimientos de este tipo, se suma a la oferta hostelera del centro de la capital con este remozado establecimiento tras la reforma del local anterior.
Este empresario ha recibido la visita en estas instalaciones del técnico de la Oficina de Atención al Inversor de CEOE CEPYME Cuenca, Julián Sorando, que le ha ofrecido toda la colaboración técnica de la organización para desarrollar este negocio.
Invierte en Cuenca es un programa que ha puesto en marcha CEOE CEPYME Cuenca para establecer nuevas empresas y hacer llegar inversiones a la provincia contando con el patrocinio de la Diputación Provincial y la colaboración de Globalcaja y Auracar.
Casa Leandra
El nombre de Casa Leandra busca hacer referencia a la madre del gerente, Rubén Torralba, como homenaje a una mujer que ha estado muchos años en los fogones de la hostelería conquense.
En este establecimiento hostelero recién abierto se cuidará mucho la comida tradicional y de este modo quiere seguir con los platos que se hicieron famosos y demandados en el Bar Fidel como pueden ser la tortilla, las croquetas y la diferentes formas de cocinar el calamar, ya sea a la plancha o rebozado. También incluyen en la carta platos típicos y se podrán degustar exquisitas raciones.
Además, en este bar-restaurante, que abrirá de lunes a jueves de 7 :30 a 16:30 horas y viernes y sábados durante todo el día, también se apostará por un café diferenciador para satisfacer el gusto de los más exigentes.