La Fiscalía ha pedido una pena de tres años de prisión para el acusado, y seis años más privado del derecho de tener armas.
Según el escrito de acusación, en 2020 el acusado tenía en sus domicilios de Cuenca y Chillarón un total de 65 armas, largas y cortas, así como lanzabengalas, munición, piezas como silenciadores o un bastón estoque, tipificado como un “arma prohibida”.
En concreto, en los registros realizados dentro de la operación denominada “Gestalt”, que llevó a cabo en junio de 2020 la Policía Nacional tras un auto judicial dictado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Málaga, se encontraron en los domicilios una docena de pistolas, cuatro revólveres y un subfusil “naranjero”, todos en correcto estado de funcionamiento y sin guía de pertenencia.
La Fiscalía ha añadido que todas las armas habían sido adquiridas por el acusado, que era plenamente consciente de que no podía poseerlas, al no reunir los requisitos reglamentarios para ello.
Por ello, le acusa de un delito de tenencia y depósito de armas reglamentadas y prohibidas y pide para él las penas de prisión y de privación del derecho a tener y portar armas, así como las costas del juicio.
El acusado estuvo privado provisionalmente de libertad por esta causa desde el 19 al 29 de junio de 2020.