Según el escrito de acusación, el hombre de 46 años era amigo de la familia de la niña y aprovechó esa condición para cometer las agresiones sexuales en diversas ocasiones y en lugares como el domicilio familiar, excursiones al campo, en un paraje junto al río Júcar, o el coche del acusado.
La denuncia fue presentada por la madre en julio de 2019.
La Fiscalía ha añadido que como consecuencia de estos hechos la niña presenta una sintomatología ansioso-depresiva, con sentimientos de miedo, suspicacia, conductas de evitación, sin que conste el seguimiento de tratamiento médico o psicológico.
También ha apuntado que la menor presenta una madurez psicológica global y una capacidad de razonamiento inferior a la que le correspondería por su edad, aunque no consta diagnóstico alguno ni se ha constatado “una afectación que la hubiera colocado en una situación de imposibilidad de reacción frente a tales conductas”.
La acusación pide una pena de seis años de cárcel para el acusado por un delito de abusos sexuales continuados a un menor de 16 años, además de otros ocho años de libertad vigilada y la prohibición de comunicarse o de acercarse a menos de 500 metros de la menor durante un período de diez años.
Asimismo, como responsabilidad civil se solicitan 2.500 euros por los perjuicios morales causados.
El juicio estaba señalado para la primera semana de abril, pero fue suspendido y se celebra finalmente este miércoles en la Audiencia Provincial de Cuenca a partir de las 10.00 horas.