La Sección de Epidemiología de Guadalajara activa los protocolos de actuación respecto a los contactos estrechos de la joven fallecida debido a una sepsis por meningococo
viernes 19 de abril de 2024, 00:46h
La Dirección General de Salud Pública ha activado los protocolos de actuación tras el fallecimiento de una joven estudiante por sepsis meningocócica. Se recomienda administrar quimioprofilaxis a los contactos cercanos y considerar la vacunación una vez se conozcan los resultados del tipo de meningococo. La enfermedad meningocócica es grave y puede ser difícil de diagnosticar en sus etapas iniciales. La vacunación sistemática desde edades tempranas es la medida más efectiva para prevenirla. La letalidad de la enfermedad sigue siendo alta, especialmente en casos de sepsis.
Desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, y en relación al fallecimiento debido a sepsis por meningococo de una joven estudiante de 17 años de Cabanillas del Campo, en la provincia de Guadalajara, se ha informado de que la sección de Epidemiología de Guadalajara ya ha activado los protocolos de actuación.
Desde Salud Pública se recomienda la administración de quimioprofilaxis (uso de medicamentos para prevenir la infección y sus consecuencias) a los contactos estrechos lo antes posible.
Los contactos estrechos del caso, según indique Epidemiología, tienen un riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad respecto a la población general, sobre todo en los primeros 7-10 días tras la aparición del caso. Por este motivo, se recomienda la administración de quimioprofilaxis a los contactos lo antes posible.
La quimioprofilaxis es la medida que primero se toma y la decisión de ofrecer la vacunación deberá plantearse cuando se tengan los resultados del tipo de meningococo.
Sepsis meningocócica
La meningitis y la sepsis no son muy frecuentes, pero sí son enfermedades graves. Cuando alguien tiene sepsis meningocócica, las bacterias entran en el torrente sanguíneo, se multiplican y dañan las paredes de los vasos sanguíneos. Esto causa hemorragias en la piel y los órganos.
Más del 95 por ciento de los individuos que padecen enfermedad meningocócica están previamente sanos o, al menos, no se detecta en ellos una especial susceptibilidad a enfermar.
La medida más eficaz para luchar contra esta enfermedad y sus nefastas consecuencias es la vacunación sistemática desde edades tempranas de la vida.
La enfermedad meningocócica representa a menudo un reto diagnóstico para el médico, ya que en sus fases iniciales puede ser indiferenciable clínicamente de un proceso infeccioso banal. La sintomatología inicial puede ser inespecífica (fiebre) o incluso, síntomas atribuibles a procesos virales comunes (dolor de garganta, dolor abdominal, diarrea). En adolescentes, el diagnóstico suele ser más tardío, lo cual puede conllevar un riesgo mayor de fallecer a consecuencia de la enfermedad meningocócica.
Afortunadamente, la enfermedad meningocócica es una enfermedad infrecuente.
La letalidad de la enfermedad meningocócica, a pesar de la mejora en los métodos diagnósticos y terapéuticos, continúa siendo alta (media del 10 por ciento), siendo mayor en los casos de sepsis.