La Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Vera Cruz realiza una procesión el Lunes Santo en la que se meditan las siete palabras pronunciadas por Jesús en la cruz. La imagen del Cristo, iluminada por cirios, recorre distintas iglesias y lugares emblemáticos de la ciudad hasta llegar a su destino final en la parroquia de San Esteban.
En 1996 fue el primer año en que la Hermandad Penitencial del Stmo. Cristo de la Vera Cruz realizó salida procesional desde el Palacio Episcopal. Desde entonces y cada Lunes Santo, se configura una procesión resaltada por el elegante negro de los hábitos de sus cofrades. No siendo un desfile al uso de las procesiones penitenciales de la ciudad, nos introduce en la Semana de la Pasión de Ntro. Señor a través de la meditación, durante el recorrido, de las siete palabras pronunciadas por el Salvador en la Cruz.
Preside la estación la Imagen Sagrada del Stmo. Cristo de la Vera Cruz en el momento de Su Expiración, obra esta anónima del siglo XVIII. Los cirios de los cofrades, el incienso y el toque de una campana en la cabecera, acompañan el solemne discurrir del Paso que, tras desfilar por las naves catedralicias se pone en carrera oficial a las 21,30 horas, con la meditación que, sobre la Primera Palabra, realiza el Sr. Obispo desde la escalinata de la Catedral. La venerada imagen, iluminada por cuatro blandones se desliza en grave silencio por la Plaza Mayor hasta llegar a la portada del Convento de las Esclavas del Stmo. Sacramento, lugar en donde se pronuncia la siguiente meditación.
Desciende el cortejo por Alfonso VIII con el redoblar de dos roncos tambores que marcan la marcha del Crucificado y con los sonidos polifónicos del Coro de Cámara “Alonso Lobo”. Se suceden así las distintas prédicas sobre las Siete Palabras. La Tercera en las inmediaciones de la Iglesia Oratorio de San Felipe Neri, la siguiente en la recoleta Iglesia de San Andrés donde se hace especialmente interesante escuchar la meditación, por el clima y ambiente que se recrea. La quinta parada tiene lugar en la Iglesia del Salvador para luego, tras su paso por la Puerta de Valencia, abandonar el casco histórico. Tras la sexta meditación en la elegante portada renacentista del Convento de la Concepción Franciscana, se encierra esta Cofradía en la modernista parroquial de San Esteban tras meditar la Sagrada Expiración del Señor y el canto del Miserere, sobre la 1,30 h.