Hay farmacias de Castilla-La Mancha que están de guardia todo el año, o mitad del mismo, según se desprende del Estudio de las Guardias de las oficinas de farmacia en Castilla-La Mancha, que el Consejo Regional de Farmacéuticos presentó recientemente al consejero de Salud y Bienestar Social, con el ánimo de mejorar la distribución en función de las necesidades reales, elaborando un nuevo servicio de guardias, actualizándolo a las necesidades reales de hoy.
El 30 por ciento de las oficinas de farmacia de nuestra región hacen guardia cada dos, tres o cuatro días, dándose caso de farmacias con guardia permanente, de forma que, para irse de vacaciones, tienen que contratar a gente, que les pueda sustituir durante esos días, lo que no es fácil porque apenas existe demanda de empleo en el sector.
Un 20% de las farmacias castellano-manchegas, de municipios de menos de mil habitantes, están de guardia diurna más de 10 días al mes, o sea al menos uno de cada tres días. Es el caso de 22 farmacias en Albacete; otras 23 en la provincia de Ciudad Real; 18 en Cuenca, y 3 en Guadalajara.
Guardias nocturnas, uno de cada tres días
En cuanto a las nocturnas, el 30% de las farmacias de Castilla-La Mancha realizan guardias nocturnas uno de cada tres días, siendo mayor el número en Albacete, Ciudad Real y Guadalajara. Así en municipios de 501 a 1.000 habitantes, la hacen 22 en la provincia de Albacete; 34 en la de Ciudad Real; 8 en Cuenca; 19 en Guadalajara y 12 en Toledo.
Tomás Martínez de Anca comenta también como este estudio realizado por Antares Consulting para el Consejo Regional, pone de manifiesto que, en los municipios entre 500 y mil habitantes, una de cada 5 horas de trabajo son guardias, o sea el 20% del total.
En el global de la región, la tercera parte que una farmacia está abierta al público es servicio de guardia, o sea el 36% del total.
Cuenca es la provincia con un porcentaje más alto de oficinas de farmacia que hacen guardia respecto al total de oficinas de farmacias , un 97,8%, mientras que Toledo es la provincia con menor porcentaje, en torno al 89,5%.
“Los datos del estudio ponen de manifiesto que es preciso elaborar un nuevo mapa de guardias adecuando a las necesidades actuales. Además los Centros de Salud disponen de medicación suficiente para resolver estas situaciones, de manera que son muy pocas, por no decir excepcionales, las urgencias que llegan a la farmacia. No tiene sentido que muchos municipios rurales estén obligados a un elevadísimo número de guardias en las que no es utilizado el servicio por ser excesivo. El hecho de que las guardias sean gratuítas ha sobredimensionado el servicio que, en otras condiciones económicas, no sería tan amplio”, asegura Martínez de Anca.
El servicio de urgencias en las farmacias está valorado en más de 13 millones de euros en la región pero es gratuito.
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