El pasado 5 de febrero se publicó en el DOCM la resolución dictada por la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca que obliga al proyecto de macrogranja de 2.000 cabezas de cerdos de cebo en Ledaña a pasar la Evaluación Ambiental Ordinaria en lugar de la Simplificada, como pretendía la empresa promotora, Sofcar de Ganados S.L., para agilizar plazos y reducir la documentación exigida. La Delegación justifica esta decisión “como consecuencia del análisis realizado, teniendo en cuenta la naturaleza del impacto y la posible acumulación con los impactos de otros proyectos existentes en la zona”.
De hecho, esta explotación viene a sumarse a otra ya existente en Ledaña, que inicialmente se aprobó para 1.661 cerdos de engorde pero que en 2021 obtuvo autorización para ampliarse a 7.200 cabezas. Esta macrogranja comparte administradores con otras empresas del Grupo Sanchiz, un grupo valenciano propietario de numerosas macrogranjas y plantas de biogás con purines. Ledaña es una zona vulnerable a nitratos según la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y ya en 2011 el Instituto Geológico y Minero avisó en un informe de los riesgos de la ganadería industrial en la calidad del agua, pero a pesar de ello, el Gobierno regional dio luz verde a la ampliación de esta macrogranja en 2021. Si se llega a construir este nuevo proyecto en Ledaña habrá una ratio de 6 cerdos por habitante.
Informes desfavorables desde varios organismos públicos
Tanto el Ayuntamiento de Ledaña como el del municipio vecino de Iniesta han pedido en sendos informes que se califique como desfavorable este proyecto debido al gran impacto ambiental que tendría, especialmente en el agua subterránea. De hecho, el Ayuntamiento de Iniesta acompaña su informe con analíticas del agua del grifo de la localidad que superaron el nivel máximo permitido de nitratos (50 mg/litro).
En su informe el Ayuntamiento de Ledaña pide a la Junta denegar la autorización ambiental “para evitar futuros perjuicios irreparables a la calidad de las aguas y el suelo del término municipal de Ledaña; así como de las condiciones de sanidad ambiental, atmosféricas (olores, atracción de moscas, mosquitos, vectores infecciosos, etc.); en general, la calidad de vida de los vecinos del municipio no se vean mermadas por una iniciativa empresarial que no genera una incidencia favorable en la economía del municipio ni redunda en un potencial beneficio de la misma”. Además del informe desfavorable, el Ayuntamiento de Ledaña acordó en septiembre 2023 la suspensión del otorgamiento de determinadas licencias con motivo de la modificación de las normas urbanísticas subsidiarias.
Además, el informe emitido por el Servicio de Medio Natural y Biodiversidad denuncia que “las diferentes acciones del proyecto, tanto en fase de construcción como explotación, tendrán afecciones significativas a fauna protegida, y en concreto, a especies incluida en la categoría de en peligro de extinción, principalmente rapaces, por las molestias que podrían comprometer la permanencia de la especie en un territorio que utiliza para su reproducción”. Y añade, ”el emplazamiento ocupa una tesela con arbolado disperso, de elevado valor entre las grandes extensiones de tierras de labor, al albergar hábitats de refugio o nidificación de fauna protegida.”
Por otro lado, el informe de la Delegación provincial de Agricultura justifica la concesión de agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar ya que “se produce un importante retorno de agua al sistema natural mediante el riego-abonado de cultivos ya que los purines tienen un 85 a 90 % de agua en su composición”, lo cual implica reconocer implícitamente la contaminación de las aguas subterráneas, ya que ese agua lleva disueltos los nitratos.
La Plataforma Stop Macrogranjas porcinas en Ledaña, integrada en Pueblos Vivos Cuenca, valora positivamente la exigencia de presentar una Evaluación Ambiental Ordinaria y afirma que los citados informes desfavorables presentados por varios organismos públicos demuestran que es un proyecto insostenible y que la Junta debe denegarlo. Recuerdan la gran oposición vecinal en Ledaña a este proyecto, expresada a través de una manifestación en la localidad, una concentración ante la Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca el pasado octubre y de la recogida de más de 3.000 alegaciones individuales. Además, alertan del riesgo de ampliación sobre el proyecto inicial: «Se ha solicitado una macrogranja de 2.000 cerdos, pero es muy probable que una vez construida se solicite su ampliación, como ha pasado en multitud de pueblos, incluido Ledaña”.
Autorizaciones ambientales en tela de juicio
Desde la Asociación Pueblos Vivos Cuenca no entienden que la Junta de Comunidades tramite proyectos de ganadería industrial en zonas vulnerables a nitratos y en contra de la voluntad de los ayuntamientos de la zona. Ya hay precedentes de autorizaciones ambientales concedidas por el gobierno regional que han sido anuladas por la Justicia al no considerarse el impacto acumulado de las macrogranjas ya existentes en la zona. Así ocurrió en la autorización ambiental a la macrogranja de Hermanos Mata de Huerta S.L. en Huerta de la Obispalía, que fue recurrida y ganada por el Ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey. Posteriormente, la Junta de Comunidades y los propietarios de la macrogranja han recurrido la citada sentencia. Para la Asociación Pueblos Vivos Cuenca “esta actitud demuestra claramente que la Junta defiende los intereses de los propietarios de las macrogranja y no los de los vecinos y municipios que sufren los impactos de la ganadería industria en su agua y en su salud”.