Las charlas de la Real Academia Conquense de Artes y Letras viajarán este martes 13 de febrero a la Cuenca del periodo histórico de la Restauración con la que, bajo el título de “Militares y Caciques en la Cuenca de la Restauración. El ejemplo del general Borrero” dará el profesor del IES Fernando Zóbel Herminio Lebrero Izquierdo. Será, como es habitual, en el salón de actos de la corporación en la última planta del edificio de las antiguas Escuelas de San Antón, a partir de las ocho de la tarde con, como siempre, entrada libre y gratuita.
Una relación conflictiva
A lo largo de la Restauración, la relación entre el poder civil y el militar siempre resultó conflictiva. Las pretensiones de Cánovas de mantener fuera de la actividad política al ejército, nunca se cumplieron totalmente. La participación de los militares en la alternancia entre liberales y conservadores, su integración en los sucesivos gobiernos presididos por Cánovas y Sagasta y las guerras de Cuba, Filipinas y Marruecos durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina terminaron por dotar al estamento militar de una influencia en la vida pública que el sistema de la Restauración se vio incapaz de limitar. Los generales ocupaban ministerios, formaban parte de las luchas partidistas y, al tiempo, criticaban abiertamente a los diferentes gobiernos, pretendiendo mantener al ejército ajeno a las acciones gubernamentales. Además, el papel del ejército como fuerza de orden público, en un momento de creciente conflictividad social, condicionó la relación entre los partidos dinásticos y los militares.
Un ejemplo
Un magnífico ejemplo de este precario equilibrio entre civilismo y militarismo en la España del siglo XIX, lo constituye la figura del teniente general Francisco Borrero y Limón (1840- 1908), militar y político afincado en Las Pedroñeras, dentro del distrito de