En España, este año 2023 ha traído consigo importantes cambios en la manera en que las pequeñas y medianas empresas y los autónomos gestionan sus facturas. La digitalización se ha convertido en un imperativo con la aprobación de la ley conocida como Ley Crea y Crece, que obliga a la facturación electrónica. Aunque aún pendientes de la formación del nuevo gobierno o de una posible repetición electoral, es posible que se retrase la obligación de enviar facturas electrónicas por parte de los autónomos, son muchos los expertos que recomiendan utilizar programas de facturación e implementar este modelo lo antes posible. ¿Por qué? Vamos a adentrarnos en este tema para entender las implicaciones que esto tiene para las pymes.
La Ley Crea y Crece y la digitalización empresarial
La Ley Crea y Crece es una parte fundamental del Plan de Recuperación del Gobierno para el impulso de las Pymes y busca mejorar las condiciones para el desarrollo empresarial en un mundo cada vez más digitalizado. En un país donde la gran mayoría del tejido productivo está compuesto por autónomos y pequeñas empresas, esta normativa se vuelve esencial.
La medida clave de esta ley es la obligación de emitir facturas digitales, pero debido al retraso en la aprobación del Real Decreto que desarrolla su reglamento, esta exigencia podría retrasarse hasta mediados de 2025.
¿Por qué se retrasa la obligación de enviar facturas electrónicas?
El retraso se debe al proceso burocrático y a la falta de aprobación del Real Decreto que regula la facturación electrónica. A pesar de ello, las empresas que facturen más de ocho millones de euros anuales deberán emitir facturas electrónicas desde mediados de 2024, mientras que las de menor facturación tendrán un margen de dos años para cumplir con esta obligación.
Un paso hacia la lucha contra la morosidad
La digitalización de la facturación es una estrategia para unir dos objetivos: emitir facturas electrónicas y luchar contra la evasión fiscal en un único decreto-ley. Esto permitirá un control en tiempo real de las transacciones comerciales y reducirá la morosidad en los pagos y el fraude fiscal.
El salto definitivo hacia la digitalización de las pymes
En este contexto, las pymes se encuentran ante el desafío de dar el salto definitivo hacia la era digital. La implementación de un programa para hacer nóminas y programas de facturación se vuelve esencial desde este momento. Estas herramientas no solo agilizan la gestión de la empresa, sino que también se vuelven cruciales ante la inminente obligación de emitir facturas electrónicas. Y es que, aunque aún quede tiempo para adaptarse, los expertos recomiendan hacerlo cuanto antes mejor.
La digitalización de la facturación en las pymes y entre los autónomos es el paso hacia un futuro más eficiente y transparente en la gestión de las transacciones comerciales. Aunque la implementación de esta medida se esté retrasando, sus ventajas son tan numerosas como innegables, por lo que lo más recomendable es que las empresas se preparen para este cambio y aprovechen desde ya las herramientas disponibles, como las que Cegid pone a nuestra disposición, para cumplir con esta nueva obligación legal.