El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Toledo ha estimado parcialmente un recurso interpuesto por la asociación “Defensor del Paciente” contra el SESCAM y la aseguradora Segurcaixa Adeslas, a los que condena en sentencia firme a abonar 154.800 euros al viudo y tres hijos de una mujer fallecida en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca tras un retraso en el diagnóstico de una infección.
Según ha informado la asociación “Defensor del Paciente”, que ha tramitado el recurso, existió “un retraso tanto en la instauración del tratamiento farmacológico como en la realización de pruebas diagnósticas que propiciaron la pérdida de oportunidad terapéutica”.
La asociación ha relatado que la mujer fue intervenida de corazón en 2011 y se le implantaron una prótesis mitral y otra aórtica, de las que se hicieron las revisiones pertinentes.
Ha añadido que “sufrió cuatro ingresos en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca por el mismo motivo sin que se llegara a un diagnóstico de certeza”, y estuvo ingresada en enero de 2020 por una insuficiencia cardíaca que se agravó.
Asimismo, en abril de ese mismo año “sufrió un fallo sistémico, debido a una septicemia extendida a las válvulas del corazón” y fue intervenida en el complejo hospitalario Ruber de Madrid, donde entró a la cirugía “con un fallo sistémico, con muchas secuelas, infarto cerebral, necrosis en manos y pies por falta de riego sanguíneo y otros fallos en órganos”, según estas fuentes.
Posteriormente estuvo cinco semanas en la UCI del Hospital Virgen de la Luz, hasta su fallecimiento el 26 de mayo de 2020.
El Defensor del Paciente ha afirmado que el cardiólogo que la intervino en Madrid “no daba crédito, cómo era posible que su médico no le hubiese realizado un hemocultivo y cómo la habían dejado llegar en esa situación, estando ingresada en un hospital”.
Además, ha subrayado que no se le hizo un ecocardiograma transesofágico pese a los signos que presentaba la paciente desde el 7 de enero.
También ha argumentado que “la falta de un diagnóstico precoz” provocó que entrara “en situación de shock séptico y fallo multiorgánico, impidiendo que fuera diagnosticada a tiempo de la endocarditis infecciosa que presentaba sobre las prótesis del corazón e instaurar el tratamiento antibiótico adecuado y realizar la intervención con muchísimo menos riesgo”.