Incarlopsa, compañía castellanomanchega líder en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, continua avanzando en la implementación de su estrategia global para eliminar el desperdicio alimentario derivado de la actividad de la compañía. En 2021, redujo este parámetro un 20,8% respecto al ejercicio anterior, con lo que el volumen de desperdicio alimentario disminuyó en 296,2 toneladas. En términos de impacto medioambiental, este esfuerzo se ha traducido en evitar la emisión de unas 38,5 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera.
Son los primeros resultados obtenidos con el proyecto “Reducción de desperdicio” que ha puesto en marcha Incarlopsa, articulado y gestionado desde su Eje de sostenibilidad y con un objetivo claro: que en 2027 la compañía haya reducido en un 50% la cantidad de desperdicio alimentario que genera[1].
En 2021, la ONU fijó el día 29 de septiembre como Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. La reducción del desperdicio alimentario es un aspecto relevante que afecta negativamente tanto al control del volumen de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que contribuyen al cambio climático, como a una gestión menos eficiente de los recursos necesarios para su producción, como el agua o la energía, entre otros.
Según datos de Naciones Unidas, ”se estima que se desperdicia el 17% de la producción total mundial de alimentos”. Y “estos alimentos que se pierden o se desperdician representan el 38% del uso total de energía en el sistema alimentario mundial”. De hecho, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que el desperdicio de alimentos causó entre un 8 y un 10% de las emisiones de los gases responsables del calentamiento global derivadas de la industria alimentaria durante el periodo 2010-2016.
Más de 33.000 kilos de alimentos donados a diferentes iniciativas
Para alcanzar la meta de reducir un 50% la cantidad de desperdicio alimentario, Incarlopsa ha puesto en marcha una hoja de ruta basada en su modelo de economía circular que contempla las revisiones de operativas y procesos, se ha impulsado el mantenimiento preventivo, se han hecho estudios de mercado para detectar nuevas necesidades, seguimientos del producto próximo a caducar, se han buscado ventas para productos destinados hasta el momento a subproducto, y se han homologado nuevos proveedores de material auxiliar, entre otras acciones.
Además, esta hoja de ruta también contempla un uso más eficiente de los recursos y la reutilización con fines productivos y sociales. Así, en 2021, Incarlopsa ha seguido impulsando la donación de alimentos para ayudar a las personas con mayores dificultades en el marco de su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyendo el fin de la pobreza y hambre cero.
En total, durante el ejercicio, Incarlopsa ha donado 33.174 kilogramos de alimentos a diferentes iniciativas, tanto de manera directa (31.213 kg) como a través de la plantilla de la compañía (1.961kg).
[1] En base a los datos de 2020.