Es un momento donde la inestabilidad que se vive a nivel social y en todos los sectores económicos está afectando de manera seria a todos los agricultores y ganaderos de explotaciones familiares. Por este motivo, los miembros de la sectorial de herbáceos de UPA Castilla-La Mancha han exigido medidas urgentes y valientes a la Unión Europea y España, pero también flexibilización en determinadas normativas. La sectorial ha contado con la presencia del alcalde de Abia de Obispalía, Salvador San Andrés, y el delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Cuenca, Joaquín Cuadrado, quien ha asistido a la clausura.
Conscientes de que es una etapa complicadísima, calificada como tiempos excepcionales, desde la sectorial de UPA insisten que son obligatorias medidas excepcionales. Por este motivo, tal y como se ha hecho a nivel estatal, se demanda a la Unión Europea valentía y urgencia para que la inestabilidad no degenere en una catástrofe en las explotaciones familiares.
Piensos, fertilizantes, combustibles y tarifas eléctricas pusieron contra las cuerdas al sector desde el año pasado. La invasión a Ucrania ha supuesto el golpe definitivo con consecuencias incalculables. Según la organización agraria, la clave debe ser garantizar la producción de alimentos, uno de los pilares de la PAC desde sus inicios, con lo cual se debería volver a una política agraria inteligente y ágil capaz de adaptarse a estas nuevas crisis. UPA exige una flexibilización de las exigencias de la PAC para así incrementar la producción y limitar la dependencia de terceros países. Entre otras medidas se debe eliminar la exigencia de sembrar al menos tres cultivos a los agricultores que tengan más de 30 hectáreas o dos a los que tienen entre 10 y 30 hectáreas. También se debe permitir que el 5% de superficie destinada a zonas de interés ecológico, si se pensaba declarar sobre barbechos, que éstos se puedan sembrar de oleaginosas.
Toda la sociedad es consciente de que los costes energéticos son imposibles, la fijación de precios de la electricidad debe modificarse, los costes de combustibles, fertilizantes y fitosanitarios deben vigilarse con lupa para evitar la especulación, “lo que no puede ser es que las explotaciones familiares paguemos el pato mientras otros se enriquecen a nuestra costa”. Y finalmente, debe blindarse la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos, una medida de apoyo fiscal que “hoy tiene más sentido que nunca”, y que deberá complementarse con otras medidas de esta índole. Sin olvidar la importancia de incluir en la reducción de los módulos se haga de oficio para que todos estos inconvenientes se vean reflejados en la renta de agricultores y ganaderos.
Finalmente, la organización cree que se debe permitir el pastoreo de las zonas de interés ecológico y en los barbechos con cubierta vegetal, sin poner el riesgo el cobro de las ayudas PAC, ayudas cuyo pago Europa debe permitir adelantar dadas las circunstancias. También debe permitirse la alimentación convencional para la ganadería ecológica. Otra de las herramientas puede ser destinar fondos no ejecutados del FEADER a medidas de ayudas directas para los sectores más afectados.