La Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca ha presentado este viernes el cartel anunciador de 2022, obra de Enrique Martínez Gil, en un acto en el que ha contado con la presencia de Antonio Pelayo, pregonero de la Semana Santa de Cuenca de 2022.
Pelayo quien debió serlo de la Pasión de 2020 y cuyas palabras dejaba la pandemia dos años en suspenso. Es por eso que, para volver a dirigirse a quienes aguardan tal vez con más ansia que nunca el próximo Viernes de Dolores, Pelayo quiso citar la famosísima frase del ilustre conquense Fray Luis de León y empezar con un “decíamos ayer” que enlazó pasado y presente.
El periodista reconoció que estos dos años han sido especialmente duros y tuvo palabras de recuerdo para todas las personas que han fallecido por la emergencia sanitaria, así como para aquellas que han perdido seres queridos y para quienes han sufrido dificultades de todo tipo. En su discurso, citó a Tina Turner – quien recientemente ha afirmado que lo mejor que le ha dado la vida ha sido la adversidad – para exhortar a los nazarenos a que “de este momento oscuro, difícil y dramático sepamos sacar lo mejor. Y ¿qué es lo mejor? Lo ha definido el presidente de la JdC: de esta Semana Santa a puerta cerrada, lo mejor que podíamos sacar ha sido la solidaridad” afirmó, recogiendo las palabras del discurso inicial de Jorge Sánchez Albendea en las que recordó la implicación que Junta de Cofradías y hermandades han tenido con quienes más lo necesitaban desde que se declaró la pandemia.
Finalmente, Pelayo se refirió a la raíz nazarena de Cuenca para afirmar que “el caso de Cuenca es único, excepcional. Irrepetible. No es una macro ciudad, pero si hay 50.000 habitantes y 25.000 cofrades, lo que quiere decir que hay una incorporación a la historia personal, familiar y social, que hace que la ciudad en Semana Santa se transforme”. Finalizó pidiendo a los nazarenos de Cuenca que defiendan “la Semana Santa como lo que es y tiene que ser: la vivencia del hecho más trascendental y extraordinario que ha vivido la Humanidad, que Dios escogiera un día ser un niño pobre en Belén y aceptar voluntariamente su Pasión e ignominiosa Muerte para resucitar y salvarnos a todos. Porque Dios murió por todos”. La próxima vez que Antonio Pelayo pise el escenario del Teatro Auditorio será Viernes de Dolores y lo hará para pronunciar, al fin, ese Pregón que lleva dos años aguardando.