La Guardia Civil de Cuenca, dentro del marco de la Operación ACUIN, ha investigado a dos mercantiles y sus administradores por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y otro delito de defraudación de fluido eléctrico y análogas.
La investigación fue llevada a cabo por el SEPRONA de la Guardia Civil de Cuenca y se remonta a octubre de 2020, cuando se tuvo conocimiento de unas supuestas captaciones masivas e ilegales de agua en un acuífero subterráneo, en las que se estarían utilizando pozos con caudalímetros inoperativos o manipulados.
Los agentes recabaron informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar, gracias al cual averiguaron que ni las mercantiles investigadas ni sus administradores contaban con la preceptiva concesión administrativa de aguas subterráneas. Además la Presidencia de este organismo había acordado denegar a estas mercantiles la concesión administrativa solicitada tras un informe de incompatibilidad del aprovechamiento con el Plan Hidrológico, donde se ponía de manifiesto que la captación solicitada se encontraba en la masa de Agua Mancha Oriental, en mal estado cuantitativo.
Al objeto de determinar si los pozos descritos se encontraban operativos y por consiguiente, si se estaban realizando captaciones de la masa de agua subterránea para el riego de viñedos y si los contadores volumétricos de los pozos se encontraban manipulados o inoperativos, componentes del SEPRONA realizaron servicios de vigilancia en numerosas parcelas (con
una superficie total de más de 800 hectáreas) de las mercantiles investigadas.
Tras dichas actuaciones la Guardia Civil pudo constatar que en los viñedos de al menos 11 parcelas se estaba regando por el método denominado “por goteo” o “riego localizado”.
Además se localizaron dieciséis pozos con contadores volumétricos en el interior o en el límite de esta parcelas de viñedos, constatando la existencia de un goteo continuo de agua dimanante de los sistemas de canalización que comunicaban los pozos con los viñedos en los que se estaba produciendo el riego descrito.
También, se pudo comprobar, que los generadores de electricidad, bombas de agua, cuadros de control para la distribución de agua y otros dispositivos de riego se encontraban en funcionamiento y la lectura del contador volumétrico de algunos de estos pozos permanecía inmóvil.
Tras cotejar la lectura de los caudalímetros de los dieciséis pozos con la lectura que de estos mismos pozos realizaron en abril de 2016 y en junio de 2019 agentes de la Guardería Fluvial de la Confederación Hidrográfica del Júcar, se constató que en nueve de ellos, la lectura permanecía igual y en dos, el contador marcaba dos metros cúbicos menos.
En base a la información obtenida de la Confederación Hidrográfica del Júcar y a las estimaciones realizadas por el SEPRONA de Cuenca, se calcula que durante los últimos ocho años el volumen total extraído superaría los 3,8 millones de m3 y la valoración de daños al Dominio Público Hidráulico los 460 mil euros.
Por todo ello se consideró que las mercantiles habrían realizado captaciones de aguas subterráneas que por sí mismas o conjuntamente con otras, estarían causando o podrían causar daños sustanciales a la calidad de las aguas subterráneas.
Ante tales hechos, la Guardia Cvil investigó a estas dos mercantiles y a sus administradores por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y otro delito de defraudación de fluido eléctrico.
Las diligencias instruidas fueron puestas en disposición del Juzgado Instrucción Uno de Motilla del Palancar.
La Operación ha sido llevada a cabo por la Sección del SEPRONA de la Guardia Civil de Cuenca y ha contado con la importante colaboración de Confederación Hidrográfica del Júcar.