El Ayuntamiento de Cuenca está llevando a cabo un apeo preventivo de los árboles ubicados en las inmediaciones de la desembocadura del río Huécar tras constatar su pésimo estado, al estar podridos y suponer un grave riesgo para la seguridad de los viandantes, tal y como se puede comprobar en las imágenes tomadas de sus troncos.
El concejal de Servicios Públicos, Adrián Martínez, ha explicado que “responde a una intervención con criterios de responsabilidad y seguridad hacia los ciudadanos”. Según ha argumentado, en días con fuertes vientos algunas ramas de la zona han caído “generando peligro en la zona y para evitar que caigan más o incluso un árbol completo y el daño fuera mucho mayor hemos decidido, por seguridad, llevar a cabo este apeo preventivo”.
Este tipo de vegetación son chopos canadienses, una especie alóctona -no originaria de Cuenca- de rápido crecimiento pero de madera muy frágil, de modo que cuando crece demasiado es potencialmente peligroso, sobre todo cuando hay incidencia de viento, pues puede provocar caídas muy repentinas.
Martínez ha añadido asimismo que el Ayuntamiento está trabajando en un Plan de Reposición de Marras, es decir, la colocación de nuevos árboles con especies autóctonas o que no agredan el entrono tanto en las zonas en las que se han hecho apeos como en otras que actualmente denotan una falta de vegetación.