Señora Roldán, no acostumbro a insultar a nadie y no lo voy a hacer tampoco con usted, aunque me llame fontanera, maleducada, bien mandada y no sé qué más; por cierto, lo de fontanera me honra porque valoro mucho las profesiones y oficios, será porque vengo de familia de carpinteros.
Dice usted que me tienen miedo alcaldes y concejales, pero de dónde saca esto, si no conoce usted a casi nadie en la provincia. Si piensa que me hace daño tal afirmación está equivocada, porque tengo que decirle que cuando viajo por Cuenca lo único que recibo es cariño, es más, gracias a mi cargo público he conocido a muchísimos conquenses que hoy considero amigos.
¿Cómo le ponen en su boca tal aseveración? Les va a dar la risa a sus alcaldes y concejales porque no conoce usted la provincia a la que lleva representando ya tres legislaturas en las Cortes de Castilla-La Mancha. Que si tuviera que visitar mañana un pueblo de la Serranía conquense tendría que ir usted dirigida con un GPS. Algunos de sus alcaldes me quieren más que a ustedes, se lo aseguro, aunque no pensemos igual.
Lo que no le voy a consentir a usted, ni a nadie, es la difamación, porque me acusa de colocar a familiares, pues vaya dando nombres porque de lo contrario los tendrá que dar delante de un juez. Por ahí no paso, tengo un inmenso respeto por los principios de igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la función pública. El difama que algo queda no lo voy a permitir.
Me tacha usted de cambiar mis principios, diga cuáles, que es usted muy dada a mentir, que ya nos conocemos señora Roldán. Desde bien pequeña me inculcaron unos principios que moriré con ellos.
Y de mi capacidad para gobernar, la invito a venir a mi pueblo, donde fui 12 años alcaldesa, y a preguntar a mis vecinos, no se preocupe que yo la acompaño hasta Sotorribas para que no se pierda, allí podrá enterarse de mi gestión pública. También puede ir a Diputación y hablar con funcionarios, mis compañeros y donde tengo muchos amigos, y se entera de mi trabajo como funcionaria o como cargo público en esa institución. Sra. Roldán, que no se puede hablar por hablar. Otra vez con el difama que algo queda. Que habla usted mucho de oído y la engaña el que está detrás de usted en este artículo.
No sé qué parte de “acatamos la sentencia judicial” no entiende. Aun así creemos que la protección del medio ambiente tiene que ser una prioridad.
Y que les quede muy claro, a los socialistas no nos da ninguna vergüenza que no se construya el basurero nuclear, ¡ninguna! Hemos trabajado para que eso no fuera posible y hoy gracias al Gobierno de Sánchez se ha parado ese lastre para nuestra provincia.
Pero lo que no entenderé nunca es que ustedes aceptasen para Cuenca lo que sus dirigentes no querían para el resto de España. Que hasta su jefe Núñez salió, pancarta en mano, por las calles de Almansa diciendo que no consentiría que la basura radioactiva pasase por su ciudad. Ustedes, señora Roldán, acataron sin rechistar lo que ordenaron sus jefes Cospedal y Rajoy. Porque explíqueme cómo si con el ATC nos había tocado el gordo de la lotería no lo querían en ningún otro lugar.
Y el PP otra vez con los sueldos, claro que tengo sueldo, como usted, ¿o es que en las Cortes de Castilla-La Mancha no le pagan su salario? Recuerde que fue su jefa Cospedal quien quitó el sueldo a los diputados y que ha sido un presidente socialista quien se lo ha repuesto después de mucho llorar ustedes. Por cierto, la mía es la única retribución pública. ¿Y la suya?
Señora Roldán, un consejo, para confrontar no hace falta insultar, que está usted aprendiendo todo lo malo de sus dirigentes. Núñez en el Debate sobre el Estado de la Región con decenas de insultos al presidente Page y cero propuestas o el señor Prieto en una visita institucional llamando a los socialistas de todo, a voces, poniendo colorado hasta a su alcalde.
Carmen Torralba Valiente
Secretaria de Desarrollo Sostenible del PSOE de Castilla-La Mancha