Cruz Roja Cuenca quiere acercar la realidad de las personas refugiadas a los conquenses con motivo de la celebración, el próximo sábado día 20 de junio, del Día Mundial de las Personas Refugiadas.
Varias de las personas que en estos momentos forman parte del programa de personas solicitantes de asilo en Cuenca han querido dar testimonio de su experiencia bajo nombre ficticio para mantener su anonimato, al tiempo que otra parte ha decido expresar a través de frases y palabras lo que ha significado ser refugiado. Como resultado, un video casero que se publicará el próximo sábado en los canales de redes sociales con que cuenta la entidad, y con el que las personas del programa de asilo quieren hacer llegar a la sociedad conquense los sentimientos encontrados que conlleva su situación.
Manuel Hernández, una de las personas que ha decido hablar de su experiencia, cuenta como en 2018 decide salir del Salvador tras ser extorsionado con atentado contra su vida. Meses de residencia en un hotel en capital del norte de España junto a su mujer e hija de 2 años, no ayudaron a normalizar la vida, por eso su llegada a Cuenca, una vez que el programa de refugiados le asigna una ubicación, le hace sentir que “su vida vuelve a ponerse en marcha”. Ingeniero civil de profesión, ha aprovechado los 11 meses que lleva en Cuenca para capacitarse como auxiliar comercio y obtener el certificado de profesional para el manejo de la carretilla elevadora. Este último le ayudo a comenzar a trabajar en la cadena de envasado en una empresa hace cuatro meses. Su gusto por aprender le ha facilitado ir ganando en responsabilidades en la empresa y está feliz con lo conseguido. No descarta iniciar estudios superiores o de formación profesional, ya que por el momento sólo le ha sido posible homologar el título de Bachillerato.
El caso de María del Carmen Díaz no es muy distinto. Motivos políticos la llevaron a abandonar Colombia hace dos años. Tras aterrizar en Barcelona y pasar varios meses en un hotel, es destinada a Cuenca junto con su hermano, su cuñada y la hija de ambos en 2019. Instalada ya en la ciudad decide al igual que el resto de su familia colaborar como voluntaria en Cruz Roja, “es una manera de devolver el apoyo y la humanidad recibimos”, afirma. Su labor se centra en acompañar al hospital a personas mayores que no tienen quien les acompañe a sus revisiones médicas o en realizar talleres manualidades en los programas de envejecimiento saludable. Desde hace tres meses trabaja cuidando a una persona mayor. En Cuenca se siente integrada y cuenta divertida cómo su sobrina de cinco años intenta hablar con el acento que oía al resto de sus compañeros en el colegio antes de la pandemia.
La respuesta de las personas refugiadas ante la actual crisis sanitaria ha sido encomiable, muchas de las personas refugiadas que ya venían realizando labores de voluntariado se han sumado al voluntariado de Cruz Roja a través del plan Cruz Roja Responde.
Marta García y su hijo Anderson Orellana de 20 años de edad, son dos buenos ejemplos de ello. Salvadoreños de origen deciden salir de su país tras un altercado con las pandillas. Si bien desde su llegada a Cuenca en 2018 realizan labores de voluntariado, han redoblado la actividad durante esta crisis sanitaria. En estos momentos, ella ha cambiado la colaboración administrativa con la que apoyaba a la institución por llamadas a personas mayores confinados en sus domicilios para saber qué tal se encuentran, si se alimentan bien y para recordarles las medidas de seguridad y precauciones que han de seguir tomando. “Es un trabajo muy agradecido, las personas mayores valoran mucho que se preocupen por su salud y más en esta situación, se sienten solos y tienen miedo. Hablar y, sobre todo, que se preocupen por ellos, les sienta bien”. Anderson, por su parte, ayuda en el reparto de alimentos y en el reparto de mascarillas a personas de edad.
El COVID nos ha hecho adaptar la atención, pero no interrumpirla.
La puesta en marcha del plan Cruz Roja Responde con motivo del Covid19 ha permitido a la entidad seguir garantizando en todo momento la atención a las personas del programa de acogida a personas solicitantes de protección internacional.
Desde el inicio del estado de alarma se informó a las 51 personas que en estos momentos están en el programa - 22 personas están en fase de acogida y 29 en proceso de adquirir su propia autonomía - de las recomendaciones remitidas desde la OMS y otras instituciones oficiales, en diferentes idiomas. Igualmente se adaptó la manera de trabajar para garantizar la seguridad y cumplir con las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias. Tanto el aprendizaje del idioma como otras capacitaciones profesionales se han ofrecido de forma on line adaptándolas al entorno móvil, así como otras opciones para mejorar la empleabilidad de las personas y la propia incorporación al mercado laboral, cuatro personas se han insertado durante la pandemia.
Desde el inicio del proyecto en 2017 Cruz Roja se ha atendido en Cuenca un total de 123 personas -48 menores- procedentes de 15 países. En concreto, Venezuela, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Jamaica, Ucrania, Rusia, Georgia, Palestina, Siria, Pakistán, Yemen, Túnez, Argelia, Senegal. De ellas, 27 encontraron un empleo, 32 cuentan ya con la resolución y 19 terminaron abandonando el proyecto.
El proyecto cuenta con un equipo multidisciplinar de 7 profesionales y con la colaboración de 21 personas voluntarias.
Día Mundial del Refugiado
Esta efeméride se conmemora desde en 2001 la Asamblea General de Naciones Unidas designara el 20 de junio como el Día Mundial del Refugiado con motivo del 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.