Las calles conquenses habrían sido hoy testigos de una nueva alegría, a estas alturas el viajero se preguntará si ha despertado en Emaús, en Jerusalén, quizás en Tabga. No, la realidad le hará retornar a las callejas conquenses y a despertar de un sueño que durante una semana le transportó a sentir tangible lo sucedido hace más de dos mil años.
Esta primavera le toca a los conquenses acercarse a sus imágenes a través del recuerdo, encarnado por el audio y la imagen de los vídeos. Una oportunidad para descubrir detalles que se escapan cuando se ven los desfiles a pocos metros de distancia. Los mismos que ahora separan el sofá de la televisión. El confinamiento modifica la forma de vivir la semana de pasión, pero la voluntad de la Cuenca Nazarena es mantener su Semana Santa lo más cerca posible.