Parece que la capital manchega va a seguir apostando por la modernización en esta nueva década. Iniciativas como la reciente celebración del evento Invierte en Cuenca, un valor de futuro así lo demuestran. En este artículo echaremos un vistazo a las iniciativas que se están desarrollando a nivel local para lograrlo y también hablaremos de por qué es importante no perder el tren de la modernización.
Algunas iniciativas a nivel local para modernizar Cuenca
Hablando de trenes, nos hacemos eco de la noticia que publicaba la revista del ferrocarril Vía Libre hace apenas unos días: más de 2,4 millones de pasajeros han utilizado la red de trenes de alta velocidad con origen y destino Cuenca. Las implicaciones de esta cifra son muchas. Por una parte, se traducen en una dinamización del tejido empresarial y laboral, al propiciar y facilitar la movilidad geográfica de los trabajadores, creándose así un atractivo círculo virtuoso para nuestra ciudad. Y, por otra parte, se consigue atraer a más turistas que dejan riqueza en los negocios y museos locales (las pernoctaciones aumentaron un 4 % en 2019). La modernización del transporte está, por consiguiente, demostrando ser clave en el proceso de transformación de Cuenca. Por poner un ejemplo, está contribuyendo a que cada vez sean más los turistas japoneses, chinos y rusos que vienen a visitar puntos de interés como la Catedral.
En la línea del turismo, cabe destacar la iniciativa que está sopesando el Ayuntamiento para instalar escaleras mecánicas que faciliten el descubrimiento de nuestra ciudad, conocida por su orografía sinuosa. Cuenca se inspiraría en el exitoso modelo toledano. Las escaleras salvarían desniveles de más de 60 metros que, a día de hoy, suponen un verdadero desafío para personas que presentan problemas de movilidad reducida.
La importancia de la modernización en el mundo actual
Acabamos de ver apenas un par de ejemplos de los muchos que hay a nivel de modernización de Cuenca, pero lo cierto es que a todos los niveles la modernización está revolucionando nuestra manera de vivir. Por este motivo y para recalcar la importancia de no dormirse en los laureles, recogemos a continuación varios ejemplos de cómo la modernización ha cambiado por completo sectores enteros.
Antes que nada, hay que decir que internet es el principal motor que anima la modernización de nuestros días. Ningún sector parece poder escapar de su rodillo transformador. Solo así se explica el surgimiento de sectores novedosos como el del iGaming, anglicismo que se emplea a la hora de hablar del juego online. Hablamos de un sector que ha puesto en jaque a los casinos de toda la vida. Así han ido surgiendo iniciativas digitales como Betway Casino en las que los jugadores pueden jugar a sus juegos de azar favoritos sin tener que abandonar la comodidad de sus casas, desde cualquier dispositivo electrónico que tenga conexión a internet (móvil, tableta u ordenador portátil/de sobremesa). Al ofrecer también una oferta de juegos mucho mayor que un casino tradicional, que se ve limitado por el espacio disponible, también consigue atraer a más jugadores. Además, la reducción de costes operativos gracias a su infraestructura digital permite ofrecer promociones que un salón de juego de toda la vida no puede brindar.
Y algo similar ha ocurrido con la industria audiovisual. La proliferación de plataformas de streaming de contenidos como Netflix, HBO, Amazon Prime Video o Movistar+ ha puesto contra las cuerdas a las cadenas de televisión y a las salas de cine tradicionales. Gracias a la revolución tecnológica, los usuarios pueden acceder en todo momento a un catálogo inagotable de películas, series y documentales de todos los géneros. Además, el precio de las suscripciones es mucho más asequible que un pase de cine, por lo que competir con la modernización está resultando francamente difícil para los agentes tradicionales de este sector.
Algo parecido sucede en la industria digital con la popularización de servicios como Spotify, que han puesto a la industria musical patas arriba. La lentitud con la que han reaccionado las casas de discos tradicionales a la oferta agresiva de esta empresa ha afectado muy negativamente a su modelo de negocio. Es decir, la poca diligencia a la hora de modernizarse puede terminar literalmente con modelos de negocio que parecían totalmente consolidados.
En resumen, a la luz de estos ejemplos, resulta claro que la máxima renovarse o morir ha adquirido más importancia que nunca. Hacer caso omiso de estas nuevas realidades no parece una postura demasiado inteligente. Por eso es motivo de alegría y optimismo constatar que nuestra ciudad avanza con paso decidido hacia la modernización: el futuro de Cuenca depende del vigor con el que se acometa.
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