La historia de Cuenca y sus personajes serán el eje vertebrador del curso 'Teatro y Memoria' que el actor y dramaturgo Javier Liñera impartirá en la capital conquense del 4 al 7 septiembre, dentro de las propuestas incluidas en la Jornadas Nacionales de Formación Escénica Cuenca a Escena, promovidas por la compañía Palanka Teatro.
Liñera, que este año ha estado implicado en proyectos como 'Tendríamos que haber empezado de otra manera' de Ékoma Teatro' y '¿Qué fue de Ana García?', estrenada en Bilbao por la compañía joven de Pabellón 6, pasa por un gran momento profesional que le ha llevado a ser seleccionado como dramaturgo del Laboratorio Rivas Cheriff del Centro Dramático Nacional. Debe parte de su éxito a 'Barro Rojo', obra escrita e interpretada por él sobre la homosexualidad en los campos de concentración nazis que pasó por el Auditorio de Cuenca hace algo más de un año.
Precisamente es el proceso de creación de esta pieza el molde que utilizará en su curso en Cuenca. “Es un ejercicio que me pidieron en unos cursos en Utebo y en Jaca. En Barro Rojo lo que hice es utilizar el material histórico que tenía por un tema que ver con los gays y los campos de concentración y a partir de eso empecé a hacer una ficción. Eso es lo que quiero hacer en Cuenca a Escena, tomar como referencia Cuenca y las personas que participen para reunir historias y ficcionarlas”, explica el autor.
Liñera desplegó estos recursos en Barro Rojo, pero no lo hizo escribiendo, sino directamente sobre las tablas. “ Improvisaba con diferentes materiales, hacía ejercicios para ver qué historias podía contar. Hacía trabajos con canciones, con el espacio, en los que hubiese varios personajes y no solo una cosa narrativa, con los mitos...”. El objetivo es que sus alumnos en Cuenca, con todas estas herramientas y teniendo en cuenta el espacio y la palabra, puedan crear al final del curso una o varias historias.
Esta propuesta obliga a una implicación personal del profesor, que va a tener que documentarse e investigar sobre Cuenca, algo que no es frecuente cuando uno va a dar a un curso a una ciudad que no es la suya. “En Utebo también me pasó lo mismo. Tuve que investigar por qué se llamaba Utebo, la historia del pueblo, sus personajes históricos... Lo mismo haré con Cuenca, primero con un plano más general y luego desde puntos más cardinales”.
Desvela que a veces esas investigaciones llevan a lugares y acontecimientos inesperados. “En Utebo estuvimos trabajando sobre la apertura del centro comercial Alcampo. Resulta que el día que se abrió fue el 23 de febrero de 1981, el día del golpe del Estado de Tejero. ¡No pensaba que trabajaríamos sobre ese tema y todavía sigo trabajando para investigar qué es lo que sucedió ese día en el pueblo!”.
La otra parte del curso implica a los alumnos, que tendrán que aportar también sus ideas y sus recuerdos, “hasta el punto en que uno quiera y esté preparado. Los alumnos pueden poner sobre la mesa todo el material que quieran, pero luego todo eso puede ser ficcionado de tal manera que desaparezcan las personas. Puede haber espejos. crear la misma situación de otra manera, para que cada persona que ponga algo en el escenario se sienta cómoda. Hay gente que se desnuda más, otra menos, lo que importa es que todo el mundo esté lo más cómodo posible y no se sienta hostigado, como si hay cosas que no quiere contar”.
Una de las cosas que Liñera pide a sus alumnos es que vengan con canciones preparadas. “Es una manera de llegar a las atmósferas históricas desde otro sitio. Las canciones recorren nuestra historia y están en nuestro ADN. Por eso son importantes, porque no solamente recrean el espacio sino la historia en cada uno de los que la cantan”.
En este curso se trabajará la creación de historias pero también la interpretación. “Yo soy actor y mi trabajo en Barro Rojo estuvo muy basado en la interpretación y también en el uso de la palabra, del cuerpo y de la imagen. Esas herramientas son las que se van a usar”. En cuanto al texto, adelanta que “vamos a hacer esquemas, no habrá un texto definitivo y todo eso habrá que ponerlo en escena”.
Liñera abre las puertas de Teatro y Memoria tanto a gente que quiera acercarse al trabajo de interpretación y al dramatúrgico como a actores y actrices que quieran crear su propia pieza. También a gente que le interese la historia y el teatro, “en algún taller hemos tenido profesores que aprenden a trabajar elementos históricos con sus alumnos y ponerles a funcionar en diferentes papeles”. Al final de los cuatro días de curso le encantaría que todos ellos se vayan con un boceto para contar algo y con las herramientas para hacerlo. “Cuenca será el eje vertebrador pero si alguien contar algo, esté relacionado o no con Cuenca, soy muy permeable. Cada persona tiene algo que contar, cada historia nos elige para ser contada”.
En realidad, al haber en Cuenca a Escena alumnos de toda España en las jornadas, se van a reunir distintas historias que se enriquecerán unas con otras y que tendrán puntos en común. “Si los alumnos nos hablan de sus abuelas podemos unirlas todas en un personaje único. En Barro Rojo la historia del tío no es su historia, sino pequeñas historias que conforman el personaje”, apunta el dramaturgo.
Todavía hay plazas disponibles para este curso que forma parte de las III Jornadas Cuenca a Escena, que contarán también con Carmelo Gómez y Emi Ecay, Denise Despeyroux, Alexis Díaz Pimienta, Yolanda Bustillo, Miguel Martins Pessoa, Raúl Beatmac y Luis Fernando de Julián. “Es un elenco supercompleto, es un placer compartir cartel con ellos”, afirma Liñera, que confiesa que tiene muchas ganas de conocer Cuenca, ya que cuando vino con Barro Rojo al Auditorio apenas tuvo tiempo para ver nada. “Me han hablado de que nos van a hacer un 'tour' por la ciudad y de que la comida es maravillosa. ¡Tengo muchas ganas!”.
Toda la información sobre las jornadas Cuenca a Escena y el proceso de matriculación está disponible en su página de Facebook y en el blog de Palanka Teatro.