Casi medio centenar de solicitudes de cambio de centro escolar al rechazar el proyecto ‘Carmenta’

Un grupo de casi 100 padres y madres del CEIP Adolfo Martínez Chicano han presentado en menos de 24 horas 47 solicitudes de cambio de centro para el próximo curso. El traslado se solicita al CEIP Juan Gualberto Avilés de El Pedernoso (Cuenca), localidad vecina que actualmente cuenta con unos 60 alumnos.

Dicha solicitud de traslado se realiza en rechazo a la implantación del programa ‘Carmenta’, ya que alegan que debería ser “consensuada y voluntaria”, sin embargo, explican que conocieron su aprobación “50 días después de que lo aprobara el Consejo Escolar”, cuya decisión, les explican desde la Administración, es inapelable.

En el CEIP Adolfo Martínez Chicano de Las Pedroñeras, el Consejo Escolar aprobó que ‘Carmenta’ se implante el próximo curso en quinto y sexto de Primaria, “aunque los padres alegan que el proyecto está pensado para aplicarlo durante cuatro años consecutivos, mientras que los alumnos de los últimos cursos de Primaria cambiarán de centro al finalizar el ciclo”, y el IES Fray Luis de León de Las Pedroñeras no ha solicitado la aplicación del proyecto en su centro.

A la directora provincial de Educación en Cuenca, Ma Ángeles Martínez, se han dirigido los padres y madres a través de una carta en la que explican, entre otros puntos, que el AMPA se abstuvo en la votación del pasado 11 de marzo en el Consejo Escolar “por carecer de información al respecto”. Más tarde, realizaron una encuesta a las familias en la que el 90% de los participantes rechazaron la implantación del proyecto. Tanto los padres como el AMPA se han reunido en varias ocasiones con la dirección del centro para comunicar los resultados y proponer otras opciones como aplazar su implantación, o la separación de aulas donde se aplique. Sin embargo, ninguna de ellas -explican los padres- han sido aceptadas por el centro, por la imposibilidad de “dar marcha atrás”.

En la carta, con fecha del pasado viernes 22 de junio, rebaten con argumentos que “la inversión en licencias digitales se tendrá que hacer anualmente”, al igual que les preocupa el control parental de las mismas. Tampoco se determina a cargo de quién correrá el servicio técnico u otros inconvenientes que pueden ocurrir a lo largo de la clase en aulas con ratios de hasta 25 alumnos. Además, echan en falta alguna evaluación de los resultados después de que otros centros ya se han hayan incorporado al programa. Así mismo, a pesar de que el proyecto se haya integrado en el sistema de ayudas, al igual que ocurre con los libros de materiales curriculares, “las familias tienen que hacer el desembolso en la compra de una tableta con unos requisitos específicos”.

Este centenar de familias solicita en el escrito dirigido a la Consejería de Educación, la Dirección Provincial y el inspector del centro la paralización de la implantación del proyecto, “pudiéndose retomar cuando se hayan solucionado las deficiencias detectadas y con un informe de resultados obtenidos”, ya que unos 240 alumnos se pueden ver afectados por el proyecto ‘Carmenta’ en estos cuatro años.