El Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Cuenca, Pedro Luis Martínez, y el Deán de la Catedral de Cuenca, José Antonio Fernández, han inaugurado este miércoles la exposición de testimonios “Refugiados, un viaje hacia la esperanza” en el claustro de la Catedral, con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora cada 20 de junio.
La muestra tiene como objetivo sensibilizar sobre la vida de las personas que se ven obligadas a abandonar su casa y su país a causa de la guerra, la persecución y otros conflictos. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), las personas que abandonaron sus hogares de manera forzosa en 2017 alcanza los 68,5 millones. De ellas, 25,4 millones son refugiadas, al verse obligadas a cruzar la frontera de su país.
Con esta exposición, Cáritas hace un llamamiento a la reflexión a través del ejemplo de la República del Congo, uno de los países más empobrecidos y olvidados de África que, sin embargo, acoge a más de 30.000 refugiados centroafricanos, pese a que su población apenas alcanza los 5 millones de habitantes. En su último proyecto desarrollado entre 2018 y 2019, Cáritas Cuenca y Cáritas Congo han provisto de ayuda humanitaria a 571 familias refugiadas en el Departamento de Impfondo, al norte de la República del Congo, con el apoyo de la Diputación Provincial de Cuenca.
“Refugiados, un viaje hacia la esperanza”, que ha sido mostrada ya en una decena de espacios de Cuenca y provincia, con más de 4.000 visitantes, quiere también sensibilizar sobre el mensaje del Papa Francisco “Acoger, proteger, promover e integrar a migrantes y refugiados”, un planteamiento que invita a mirar en el entorno más cercano. Para ello, Cáritas acompaña la muestra con una mesa de testimonios de personas refugiadas en nuestro entorno más cercano.
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