El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, envió una carta al presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, el 14 de febrero de 2017, es decir hace casi dos años, mostrándole la “entera disposición” de la Junta para colaborar “en la búsqueda de instrumentos financieros para sufragar el traslado de la Planta de Tratamientos de Residuos Sólidos Urbanos de Cuenca”, si bien le aclaraba que debe ser la Diputación, como titular de las instalaciones y promotora de esta inversión, la que decida la nueva ubicación.
Así lo ha desvelado el delegado de la Junta, Ángel Tomás Godoy, después de que Prieto acusara al Gobierno regional de “perder el tiempo” y “dar la callada por respuesta” ante la petición de colaboración de la Diputación Provincial de Cuenca en este proyecto.
Godoy ha lamentado que el presidente de la Diputación Provincial de Cuenca “falte a la verdad” pues “hace casi dos años que tiene en su poder la respuesta que la Junta dio por escrito, a su petición de colaboración”.
En la misiva, que Godoy ha hecho pública, Martínez Arroyo muestra también la satisfacción de la Administración regional ante la decisión de la Diputación de Cuenca de “atender las demandas ambientales de los ciudadanos, iniciando las actuaciones oportunas para localizar una nueva ubicación para la planta de tratamiento de residuos”.
En cuando a la ubicación, el consejero de Medio Ambiente emplazó a la Institución provincial a fijar la posible localización hace casi dos años y ofreció la colaboración de su Consejería, como órgano sustantivo en Medio Ambiente de la comunidad autónoma, para estudiar la idoneidad ambiental de la misma”.
“No trasladar la vertedero es inadmisible”.
El delegado de la Junta ha insistido en que “es inadmisible” que la Diputación Provincial de Cuenca haya solicitado 11 millones de euros a la Junta de Comunidades, a través de la convocatoria de expresiones en el marco de la Inversión territorial Integrada (ITI), “para no solucionar nada y dejar el vertedero dónde está hasta 2040”.
Godoy ha insistido en que “es necesario trasladar la planta para solucionar el problema de malos olores que padecen los usuarios de la Estación del AVE, especialmente los turistas que se llevan una primera imagen de la ciudad deplorable; y los vecinos de Las Pernalosas”.
En este sentido, ha afirmado que, aunque la vida útil de las actuales instalaciones aún no está agotada, es urgente iniciar los trámites para trasladar la planta pues se trata de gestiones muy complejas y muy exigentes que podrían demorarse varios años entre declaraciones de impacto ambiental, licitaciones, construcción y puesta en funcionamiento.