Dar a conocer la Unidad de Simulación e Innovación de Cuenca (USICU) de la Gerencia del Área Integrada de Cuenca, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha sido el objetivo de la Sesión General que ha presentado el responsable de Investigación, Docencia y Formación de la GAI, Jorge Lema, que ha destacado en su intervención que se trata de una nueva herramienta docente y formativa para el área de Salud de Cuenca.
Según ha explicado, esta Unidad, que comenzó a funcionar el año pasado en Cuenca y cuya implantación definitiva se llevará a cabo en el programa formativo de 2019, es una manera novedosa y actual de formar a los profesionales y, sobre todo, mejorar el trabajo que se realiza y la atención que se presta a los pacientes.
La Unidad de Simulación e Innovación de Cuenca se ha ubicado en el área de formación del Centro de Salud “Cuenca I” de la capital y cuenta con un espacio que permite la simulación de entornos y situaciones clínicas, en las que participan profesionales-actores entrenados para reproducir diferentes prácticas del trabajo diario en el área sanitaria.
El doctor Lema ha señalado que el objetivo de la USICU es ir un poco más allá de la mera formación, ya que estas actividades no van dirigidas exclusivamente a aprender cosas nuevas “sino fundamentalmente a aprender a mejorar lo que ya hacemos, de ahí la simulación y la innovación y todo ello en un entorno seguro y con la posibilidad de aprender del error”.
En este sentido ha añadido que este tipo de prácticas “lo que permiten es analizar lo que estamos haciendo y proponer acciones de mejora desde dentro, es decir, que sean los propios profesionales que trabajan en ese entorno los que vean cómo trabajan, que se refuercen las buenas prácticas y se detecten las posibilidades de mejora y que esas mejoras se puedan implementar para que al final la calidad de la atención a los pacientes sea mejor”, ha indicado el doctor Lema.
Esta metodología para la simulación consta de tres partes. En primer lugar es preciso detectar las necesidades que existen en cada ámbito y plantear unos objetivos y casos concretos que hagan que afloren esas necesidades y para ello se reúnen con los responsables de cada servicio, unidad o departamento.
Actores en un entorno simulado
Después se diseña el montaje de la simulación, el escenario, los actores, los simuladores y todo lo necesario para generar un entorno “real” en el que desarrollar cada caso con unos objetivos claros y determinados, con una duración entre ocho y doce minutos.
Durante el desarrollo de la simulación, mientras una parte de los profesionales de ese servicio o unidad participa en la ficción con actores propios, en un entorno simulado y controlado, el resto de compañeros de esa área permanecen como observadores, viendo el desarrollo de la actividad.
Cuando la simulación ha finalizado se reúnen todos y analizan y estudian qué es lo que han visto, cómo se ha desarrollado la acción, qué se ha hecho bien y qué cosas se pueden hacer mejor.
“Esta puesta en común es fundamental porque se clarifican las áreas de mejora y las posibilidades de hacer cambios, evolucionar y avanzar en la prestación de servicios”, ha explicado el responsable de Investigación, Docencia y Formación de la Gerencia.
La planificación de este tipo de actividades está incluida en el Plan de Formación de la Gerencia para el año 2019 con 15 acciones programadas para esta anualidad, y aunque no es el único modelo de formación que se práctica, el objetivo es fomentar esta Unidad de Simulación ya que, según afirmó Lema, “se trata de una herramienta muy potente y que permite realizar más cambios”.
Durante la Sesión General los profesionales se han mostrado muy interesados en poder acceder a este tipo de prácticas que están siendo organizadas por dos instructores, el propio Jorge Lema y por Beatriz Cervera, responsable de Enfermería de la Unidad de Docencia, Formación e Investigación quienes, según indicaron, “estarán encantados de valorar y poner en marcha las diferentes propuestas”.