El arte no solo se contempla. A veces huele, se siente, se oye, estremece y abre los sentidos, como lo consigue la propuesta del videoartista estadounidense Bill Viola, quien ha llenado de belleza y espíritu el casco antiguo de Cuenca con su muestra "Vía mística", formada por 16 piezas monográficas.
Viola (Nueva York, 1951), uno de los pioneros y referente en el uso del videoarte, y en el uso de los nuevos medios electrónicos, reflexiona y se detiene en la esencia y espiritualidad del ser humano en sus vídeos donde ralentiza la acción de sus protagonistas en unas obras que van de los 10 a los 35 minutos y por donde ha pasado la inspiración de San Juan de la Cruz, lo zen, sufí o Zurbarán y el barroco español, referencias del artista.
La muestra ha sido inaugurada hoy por el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, y la esposa y comisaria de la muestra Kira Perov, quien es, además, Directora Ejecutiva de Bill Viola Studio, y sigue la línea de la que Cuenca dedicó el artista chino Ai Weiwei, de gran éxito.
Con un presupuesto de un millón doscientos mil euros, esta muestra es una iniciativa promovida por la Junta de Comunidades a través de la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha.
Así, el casco antiguo de Cuenca, declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco forma parte también del escenario para poder contemplar esta muestra teatralizada que se desarrolla en varias sedes, la Escuela de Arte de Ruiz Novillo, el Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgantes y en las antiguas iglesias de San Miguel y San Andrés.
También se añade a esta especie de Vía Crucis artístico por la ciudad, el Museo de la Semana Santa de Cuenca, que abre sus puertas tras una remodelación y que conecta con el espíritu de la muestra, aunque con otra forma de expresión más ruidosa.
Dieciséis piezas de vídeo que hablan del nacimiento, muerte, amor, dolor y redención, con referencias explícitas a la muerte y tránsito del alma que ocupan el pensamiento de Viola para quien el arte es: "el proceso de intentar despertar el alma, porque vivimos en un mundo industrializado y acelerado que prefiere que el alma permanezca dormida".
Palabras que ha recordado hoy la australiana Kira Perov durante la presentación de la muestra.
"Las obras de esta exposición están concebidas para ayudarnos a hacer un alto en el camino, a detenernos lo suficiente como para observar y reflexionar", ha comentado Perov . "Bill siempre ha dicho: 'El arte es para mí el proceso de despertar el alma'", ha subrayado la compañera del artista y quien le da voz, ya que el artista no ha podido acudir a la inauguración.
Los temas de la exposición son constantes en el creador. Aquí se se puede contemplar un gran vídeo como "El mensajero", encargada en 1996 para ser expuesta en la Catedral de Durham en Inglaterra. Y en ella, Viola reflexiona sobre el nacimiento, la muerte y el renacer. En el vídeo una figura humana se eleva de las aguas profundas tras respirar hondo y después se vuelve a hundir en el agua para convertirse en el punto de luz del que emergió.
"La ascensión" describe el ascenso del alma al espacio después de la muerte y se dibuja en una cascada que fluye de abajo a arriba", ha explicado la comisaria.
Otros ejemplos son "Los Mártires", cuatro vídeos de mártires que representan el agua, la tierra, el aire y fuego y la aceptación de su martirio porque están de paso hacia la luz. Todo ello con vídeos de altísima definición y una tecnología oculta, pero impresionante que hace que el espectador sienta una experiencia de recogimiento y cercanía.
Para ello, cuando el visitante pase de la calle al interior de estos espacios, tendrá unos segundos de tránsito en negro, antes de introducirse en la sala donde están los enormes vídeos, lugares con las paredes tapizas en tela para evitar los ruidos exteriores.
Carmen Sigüenza