Éxito de participación y gran ambiente en la V edición de la San Silvestre en piragua

Tras la presentación ante los medios se abrían las inscripciones el día 18 y el 27 ya estaban completas. Sin duda esta forma original y divertida de finalizar el año, es lo que le ha proporcionado una justa fama entre la sociedad conquense que cada año espera la cita para participar como público o como piragüista.

Ciento cuatro valientes convenientemente disfrazados acompañados de 8 técnicos del club, embarcaron en la playa y descendieron por el Júcar hasta la presa de San Antón. Allí ante la posibilidad de portear la barca o de lanzarse por la presa, todos sin excepción decidieron lanzarse por la presa, una bajada trepidante que, en muchas ocasiones, terminó con el vuelco de la piragua, el consiguiente baño y el aplauso del numeroso público allí congregado. Después descendieron hasta el Sargal, allí son muchos los que se lanzaron al agua para darse el último baño del año. Luego una ducha, un chocolate calentito y reconfortante, y el obsequio de la organización.

La coincidencia en horario con la Carrera del Pavo obligo a coordinar al extremo la organización y adelantar el horario. Cuencaventura, cedió gratuitamente la mitad de las barcas utilizadas y sólo cobró un precio simbólico por el alquiler de los neoprenos. Pero la gran colaboración de todos los voluntarios hizo que el temor se disipara y disfrutáramos de la mejor San Silvestre en Piragua hasta el momento, con un descenso rápido y sincronizado que hizo las delicias de todos.

Desde el Club de Piragüismo Cuenca con Carácter queremos agradecer la inestimable colaboración al Grupo GEAS de la Guardia Civil, encargado de la seguridad en la presa. También al Ayuntamiento y sus fuerzas de seguridad. A Cruz Roja, por estar allí “por si acaso”. A la docena de voluntarios del club por su trabajo, a los técnicos por su esfuerzo y a los patrocinadores del club por ayudar a su mantenimiento. Y, naturalmente a la empresa Cuencaventura por su colaboración y por el trabajo de Mario y Álvaro.