Los zurdos perciben el mundo de forma diferente, pero no es ninguna patología

Las personas zurdas tienen una forma diferente de percibir el mundo y de situarse en él pero no padecen ninguna patología, y aunque la sociedad ha cambiado en su manera de ver la dominancia lateral izquierda, que es el término que prefieren los expertos, aún hay padres que no saben cómo afrontar la zurdera.

En una entrevista con la Agencia Efe coincidiendo con el Día Internacional de los Zurdos, que se celebra cada 13 de agosto desde 1992, el subdirector del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Javier Rodríguez Torres, ha profundizado en esta particularidad.

"Hay entre un 10 y un 15 por ciento de personas que no tienen ninguna patología pero que viven el mundo de otra forma, y hay que respetar que tienen una forma diferente de percibir el mundo, de situarse ante él", ha explicado Rodríguez Torres.

El pedagogo apunta que la zurdera no se produce porque el niño quiera, sino porque su celebro está configurado así, y respecto al origen precisa que no se sabe si es por el tronco cerebral o si responde a cuestiones genéticas, ya que no hay ningún estudio "definitivo".

Sin embargo, sí hay investigaciones sobre que los zurdos son "más creativos" ya que esa dominancia lateral, que en el cerebro se invierte al lado derecho, está relacionada con la zona creativa, como la música, las artes y el lenguaje.

Así, hay personajes "muy importantes", desde Mozart hasta Leonardo Da Vinci, que son zurdos ilustres "reconocidos" en la historia de la humanidad.

Rodríguez Torres dice que es "incorrecto" decir zurdo o diestro; es "un tema del pasado, ya que diestro hace referencia a persona derecha, justa, y sin embargo zurdo parece que es siniestro".

Lo correcto es decir que estas personas tienen dominancia lateral, derecha o izquierda, porque es "más preciso" y es cómo se aborda en las facultades de Educación.

Este experto ha señalado que las connotaciones negativas en torno a las personas zurdas son "cosa del pasado", cuando se relacionaban con la izquierda y lo diabólico.

Ha sido un tema cultural presente en todas las grandes religiones monoteístas como la cristiana, la musulmana y otras de Asia, en donde lo zurdo es lo imperfecto y lo diestro es lo derecho y lo justo, ha explicado.

"En España había comportamientos absurdos discriminativos como atarle las manos al niño para que escribiese con la derecha. Incluso en bachillerato no les dejaban presentarse si escribían con la izquierda", ha lamentado este pedagogo, quien ha reflexionado que ahora ha evolucionado esa concepción y un niño con dominancia lateral izquierda no tiene ninguna diferencia dentro del aula.

A los niños se les dota de distintas herramientas para que puedan trabajar de la misma forma que un alumno que trabaja con dominancia lateral derecha, con tijeras, sitios, ubicación en el aula..., todo se tiene en cuenta para que trabajen "de forma normalizada".

A partir de los dos o tres años es cuando empieza a detectarse la dominancia, es el "momento clave" y cuando "tenemos que tener todos los cuidados con el niño", ha indicado.

"Hay padres que se encuentran un poco sorprendidos porque sus hijos tengan dominancia lateral izquierda y dicen 'pero cómo es posible si en mi casa todos somos diestros' o qué va a pasar", ha expresado el experto quien lo ha dejado claro: "no pasa nada".

Los cuchillos tienen que colocarse al lado opuesto, hay que tener cuidado con la entrada de luz al hacer las tareas, es decir, pequeños detalles que no influyen en la vida cotidiana ordinaria.

Además, el pedagogo ha apuntado que es "importante" definir la dominancia lateral del ojo, mano, pie y oído, porque hay personas ambidiestras o incluso algunos futbolistas diestros de mano y zurdos de pie.

A juicio del subdirector del Departamento de Pedagogía de la UCLM, los futuros estudios irán en la dirección de afianzar que todas las personas tienen las mismas capacidades y competencias con independencia de su dominancia.

Pero lo más importante es la total inclusión de cualquier alumno en el aula ya que todos los niños tienen cabida y hay que darles la respuesta que necesitan, tanto de manera puntual como para el resto de la vida.