La insuficiencia cardíaca es una enfermedad grave en la que el corazón no bombea la sangre al organismo como debería. Se calcula que en la actualidad esta patología afecta a 14 millones de personas en Europa, una cifra que podría aumentar hasta los 30 millones en el año 2030.
Durante la Sesión celebrada en el Hospital y en la que han podido participar los profesionales de los Centros de Salud de la Gerencia a través de vídeoconferencia, la doctora Molina ha destacado la necesidad de darle importancia a la utilización del NTproBNP como herramienta diagnóstica, una prueba de laboratorio que se ha convertido en un método efectivo para el diagnóstico de la enfermedad.
“Ha surgido hace relativamente pocos años y nos ayuda mucho en el diagnóstico de la enfermedad. Antes se trataba sin tener una certeza diagnóstica y ahora gracias a esta prueba se puede dirigir más el diagnóstico de la insuficiencia cardiaca”, ha indicado.
Por su parte, el doctor Abán ha destacado los avances que se han producido en los últimos años para el tratamiento de esta patología cada vez más frecuente y que presenta una alta mortalidad.
Según ha explicado, el objetivo de la Sesión ha sido acercar estas novedades a los profesionales del área de Salud, aunque según ha añadido la mayoría de las actuaciones se están realizando en nuestro hospital sin ningún problema.
En cuanto a esos avances, el cardiólogo se ha referido a los nuevos tratamientos farmacológicos surgidos en los dos últimos años que mejoran el pronóstico y los síntomas de los pacientes. Asimismo también ha presentado los avances tecnológicos, entre los cuales ha mencionado los desfibriladores y los resincronizadores cardiacos, unos dispositivos implantables que contribuyen a corregir la función y el ritmo cardíaco y que permiten “mejorar el pronóstico y prolongar la vida de nuestros pacientes”.