Según decreto del 7 de abril, la Hermandad pasa pues a llamarse Muy Ilustre, Antigua y Venerable, en atención a su trayectoria, historia y tradición en la ciudad. Desde la Hermandad se han mostrado muy contentos con esta concesión por parte del obispo.
Se sabe de la existencia de la Hermandad al menos desde 1699, fecha en la que los hermanos redactan un acta en la que se relacionan las cantidades que algunos hermanos están debiendo de la adquisición de una nueva cruz. Durante la Guerra de la Sucesión, con el fin de evitar posibles daños en la imagen, ésta fue enterrada bajo el suelo de la iglesia de San Esteban, en la cual recibía culto. La imagen fue hallada por un grupo de hermanos en 1727, y restaurada por las religiosas del convento cercano de San Bernardo.
En 1740 Juan de Toledo, regidor perpetuo de la ciudad y miembro de la cofradía, denunció a los sacerdotes de la parroquia por haberse llevado la imagen sin permiso de la hermandad. Popularmente era conocida como el Cristo de las tres Manos, por tener el cuerpo del Crucificado grabada una mano a la altura del costado.
El actual paso del Descendimiento es obra de Luis Marco Pérez y data del año 45. Seis tallas conforman el conjunto de la obra, de clara composición piramidal.
Coronan la representación los santos varones, José de Arimatea y Nicodemo, el primero sujentando a Cristo por detrás y el segundo por su torso. Acaban de clavar a Cristo, y comienzan a bajarlo de la Cruz, para lo cual son ayudados por San Juan, en un plano inferior al de los dos varones. La escena es contemplada con recogimiento por María y por la Magdalena, la primera de pie y la segunda, como es usual en este tipo de representaciones, arrodillada.