Así lo han indicado este jueves fuentes del Servicio de Salud de Castilla (Sescam), que han añadido que no fue necesario dejar ingresado a ninguno de los siete atendidos, ya que todos recibieron el alta a lo largo de la jornada del miércoles y desde entonces no se ha registrado ningún otro caso similar.
Miembros del Servicio de Epidemiología y del Distrito de Salud Pública se desplazaron ayer hasta el campamento para tomar las muestras y realizar las pruebas necesarias para averiguar las causas de estos casos, que en el campamento achacan a un brote vírico y en ningún caso a una intoxicación.
Según han explicado fuentes del campamento de Los Palancares, el miércoles por la mañana detectaron varios casos de gastroenteritis y avisaron a la Consejería de Sanidad para que se pusiera en marcha el protocolo necesario.
Están convencidos, por las palabras de los propios técnicos, de que se puede descartar cualquier tipo de intoxicación y achacan los casos a un virus.
A pesar de ello, han seguido las instrucciones de Sanidad de dar a los niños agua embotellada y extremar la limpieza, sobre todo en los baños, para evitar contagios.
El campamento de Los Palancares, ubicado a pocos kilómetros de la capital conquense, alberga estos días a más de 200 niños: 125 corresponden a un campamento de Cruz Roja, un grupo de 35 está siguiendo un curso de inglés de la Junta de Comunidades y otro grupo de 45 realiza otras actividades, también auspiciado por el gobierno regional. EFE