El promotor de la iniciativa y ganador de uno de los premios del Concurso Lanzadera de la Diputación conquense, Javier Fernández Ortea, se ha inclinado finalmente por la fórmula del micromecenazgo y tiene en marcha en la plataforma Verkami una campaña de crowdfunding para conseguir los 3.500 euros que necesita para el proyecto. Hasta el momento y cuando quedan 19 días para su conclusión, ya se han recaudado algo más de 2.100 euros, pero aún no son suficientes, tal y como ha comentado en rueda de prensa,
Es por ello que ha hecho un llamamiento a los ciudadanos, en general, y a los habitantes de La Alcarria, en particular, a que hagan sus donaciones para este proyecto multiprovincial, puesto que, según ha dicho, no hay que olvidar que hablamos de implicar a municipios de las provincias de Cuenca y Guadalajara.
El presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, por su parte, ha ensalzado la importancia de este tipo de proyectos e iniciativas en una zona tan deprimida como es La Alcarria, porque, según ha dicho, “puede contribuir a dinamizar la economía de la zona con la atracción de turismo, sin olvidar la proyección y difusión de los municipios de la comarca fuera de sus provincias”. No es de extrañar, en consecuencia, que haya animado a los ciudadanos a colaborar con esta exposición, que ofrece muchas posibilidades para esta comarca.
Exposición Brujas de la Alcarria
Fernández Ortea ha explicado todos y cada uno de los detalles de este proyecto de la Exposición Brujas de la Alcarria. Una exposición permanente e interactiva, que prentende ser lo más inmersiva y experiencial posible, combinando investigación histórica en el Archivo de la Inquisición de Cuenca con las últimas tecnologías.
Así esta exposición permanente a instalar en el Monasterio de Monsalud constaría de tres grandes grupos de recursos expositivos: panelería informativa, reproducción arqueológica y espacios interactivos.
Una parte de la muestra estaría conformada con paneles informativos con los casos de brujería documentados en una decena de municipios, entre los que se encuentran Huete, Gascueña, Villanueva de Guadamejud, Castejón, La Peraleja o Villas de la Ventosa, en la provincia de Cuenca, y Sacedón, Pareja y Pastrana, en la de Guadalajara. En este espacio, se podrán conocer exhaustivamente casos tan singulares como el del licántropo de Castejón o los infanticidios de Gascueña.
Otra parte de la muestra será la dedicada a reproducciones de elementos claves en la historia de la brujería, como un cepo para el escarnio público, pócimas, etc…
Y en cuanto a la parte más interactiva, señalar que estaría compuesta por un simulador de vuelo de brujas. Para ello será necesario grabar con un drone un vídeo de 360º de un recorrido por el monasterio y, posteriormente, con la ayuda de unas gafas y un asiento especial en forma de escoba, el visitante podrá vivir en primera persona ese recorrido aéreo por el museo.
También se ha contemplado un simulador de quema en la hoguera. Para ello se graba una hoguera real con el fin de que el visitante, atado a la espalda sobre un madero, pueda visualizarla con las cardboards. Pero por si fuera poco, el usuario puede intentar apagar las llamas mediante la aplicación de la diadema Muse, que mide la actividad cerebral y la concentración, por lo que si se concentra lo suficiente puede llegar a apagar las llamas con la lluvia caída del cielo.
Y completará esta zona interactiva un simulador de escarnio público en el cepo. El visitante podrá usar el cepo con las cardboards y recibir en un vídep 360º los insultos, escupitajos y vegetales podridos de una turba enfurecida.
En definitiva, toda una experiencia sensitiva, que para hacerse realidad y abrir a mediados de mayo, necesita de la colaboración de todos.