Ángel Llorens, especialista en carreras verticales, se prepara en un edificio de Cuenca de diez plantas, para después participar en conocidas carreras de subida de escalones de célebres edificios como la Torre Eiffel de París o el International Commerce Centre de Hong Kong, que tiene 82 plantas y 2.100 escalones.
El atleta conquense, que ha empezado el año ganando el Kilómetro Vertical de Gandía (con el que repite el triunfo de 2015), asegura que este año correrá en el Kilómetro Vertical de la Copa del Mundo, conocido como Transvulcania, que se celebra en la isla canaria de La Palma, en la que es la única prueba mundial de esta modalidad que se celebra en España.
Llorens, que quedó sexto en la final del circuito Mundial Vertical en el edificio más alto de Hong Kong en 2014, no sabe de momento si repetirá esta prueba, que reconoce que es durísima y se le hizo "muy pesada", porque acaba de arrancar la temporada y está "mirando el calendario" para poder compaginar el deporte con su nueva responsabilidad como concejal de deportes del Ayuntamiento Cuenca.
Habitualmente el conquense participa en carreras verticales de subida de escaleras como la de la Torre Vértigo de París o la del Hotel Bali de Benidorm, la cual ha ganado en las cuatro últimas ediciones y tiene el récord con un tiempo 4 minutos y 33 segundos (924 peldaños), hasta ahora en poder del atleta australiano Paul Crake.
Llorens compite y entrena en ocasiones en este tipo de carreras con su hermana Rosi Llorens, ganadora también varias veces de la carrera en Benidorm y segunda en el kilómetro vertical de Gandía de 2016, aunque por "tema de calidad" normalmente realiza los entrenamientos en solitario.
Cuando necesita hacer entrenamientos más serios se va a Benidorm, donde entrena "perfectamente" y le dejan alojamiento, ya que en Cuenca tiene que hacer "series de arriba a abajo" con las que, al final se "marea", declara el atleta entre risas.
Estos entrenamientos consisten en "rodajes bastantes largos" y cuando tiene que centrarse en la especialidad "de escaleras" realiza un entrenamiento más específico, explica el atleta, con "gimnasio, sesiones de cuerda, sesiones de escalera y cosas muy explosivas, muy agónicas".
Pero Llorens no sólo se implica en las carreras verticales como corredor, sino también como organizador, y prueba de ello es el evento organizado este fin de semana en Priego (Cuenca), en el que está prevista la participación de alrededor de 400 personas, 60 u 80 de ellos niños.
El atleta conquense se muestra ilusionado con esta carrera, que este año llega a su cuarta edición, y que organiza precisamente en el pueblo de su mujer, un municipio de 1.000 personas para el que este evento supone "una gran inyección a nivel económico", concluye Llorens. EFE