Esta intervención se enmarca dentro de un proyecto de investigación pionero que se está llevando a cabo en el Servicio de Farmacia y que va a suponer un paso más en las acciones llevadas a cabo en el centro sanitario para evitar errores potenciales vinculados a los nombres de los medicamentos.
Tanto el facultativo que prescribe el medicamento, como los profesionales de enfermería o las auxiliares van a trabajar con la DCI para cada fármaco, que estará siempre ubicado en el almacén en un mismo lugar según su principio activo, sin tener en cuenta el nombre con el que se comercialice.
El proceso que se está llevando a cabo en el Hospital de Cuenca para este cambio de denominación está suponiendo, según la jefe de Servicio de Farmacia del Virgen de la Luz, Dolores Barreda, “todo un cambio de cultura con el que vamos a lograr evitar errores y vamos a seguir las recomendaciones europeas en cuanto a la seguridad del paciente y gestión de riesgos en relación a los medicamentos.”
El proyecto “Estrategias de seguridad del paciente y gestión de riesgos en relación a medicamentos (versión 2.0)” está becado por la Fundación de Castilla-La Mancha de Farmacia Hospitalaria y coordinado por Gema Marcos, como investigadora principal y Marta Valera, como técnico de investigación.
La iniciativa se ha implantado ya en el almacén del centro hospitalario, así como en los sistemas semiautomatizados de dispensación de medicamentos de los servicios de Medicina Interna, Hematología, Cardiología, Digestivo y Oncología, concretamente en la 5ª, 6ª y 7ª plantas de hospitalización, así como en los programas de prescripción electrónica.
Esto ha supuesto que en la actualidad tanto el almacenaje como la conservación, distribución, dispensación, prescripción y administración al paciente del fármaco se realice con un único nombre por principio activo, siendo el primer hospital de Castilla-La Mancha que ha llevado a cabo este proceso.