La provincia de Cuenca cuente este verano con siete zonas de baño interior autorizadas, dos en el embalse de Buendía, en el río Guadiela (Albendea), la Laguna de Tobar (Beteta), el río Escabas (Cañamares), el embalse de la Toba (Cuenca) y el río Cuervo (Santa María del Val).
Hasta el 15 de septiembre técnicos y farmacéuticos de la Consejería de Sanidad en Cuenca llevaran a cabo el Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo.
El objetivo de este Programa es garantizar la seguridad de los ciudadanos que acuden a estas zonas recreativas y proteger la salud de los usuarios de las zonas de baño mediante la vigilancia sanitaria de las instalaciones, su entorno y la calidad de sus aguas.
La vigilancia de las playas y aguas de baño está basada fundamentalmente en la inspección, la toma de muestras, el análisis de las aguas y la calificación de las mismas según la normativa nacional y europea.
Dentro del Plan se contempla una inspección inicial previa a la temporada de baño e inspecciones de seguimiento cada quince días en cada zona de baño, siempre coordinados con las Confederaciones Hidrográficas y los ayuntamientos implicados, siendo estos los últimos responsables del mantenimiento de las instalaciones y el entorno.
La calidad de las aguas de las 34 zonas de baño de Castilla-La Mancha, que se encuentran repartidas en 21 municipios, se puede consultar en el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño, NAYADE (http://nayade.msc.es/Splayas/home.html).
A estas inspecciones de playas y aguas de baño hay que sumar las cerca de mil inspecciones que se realizan durante la temporada de baño a las cerca de 130 piscinas censadas entre Cuenca capital y provincia, entre instalaciones públicas y privadas.