El test de Frindrisc, que el Área Integrada de Cuenca incorporó a finales de 2012 a todos los centros de salud y desde el pasado mes de marzo está activado en todo el SESCAM, es una encuesta a través de la cual se valora el riesgo del paciente de padecer diabetes en los próximos diez años. Para ello, se atiende a la puntuación obtenida en la encuesta en relación a una serie de preguntas relacionadas con la actividad física que se realiza, el índice de masa corporal, la ingesta de frutas y verduras, los antecedentes familiares, etc.
Una vez obtenidos los resultados, aquellos pacientes que superen los 14 puntos, son incluidos en los denominados “grupos de riesgo” y con ellos se comienza a trabajar en talleres grupales, de no más de doce personas. Estos talleres se desarrollan en cuatro semanas intensivas y su objetivo pasa por modificar los estilos de vida fundamentalmente en relación al sedentarismo o la ingesta de grasas de origen animal, para lo cual también se invita a asistir a la persona que se encarga de realizar la compra. Trascurrido aproximadamente un mes, se vuelven a reunir los grupos para conocer los problemas que han surgido, se les vuelve a pesar y tallar y su enfermera de Familia se encarga a partir de ese momento de realizar un seguimiento de cada paciente.
Según comenta Resurrección Larrey, coordinadora de los Talleres de Educación para la Salud y de su implantación para la prevención de la diabetes en el centro de salud “Cuenca III”, está demostrado, según los estudios realizados en Finlandia por el epidemiólogo Tuomilehto –creador del test de Findrisc- que modificando los estilos de vida se puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes, lo que reduciría las complicaciones relacionadas con esta enfermedad.
En la captación de los pacientes participan catorce profesionales sanitarios y los talleres son impartidos por las enfermeras de la plantilla del centro, apoyadas por las residentes de Enfermería Catuxa Argibay y Patricia Martínez.
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