Antonio Escamilla es un amante de los libros antiguos y raros y de esta pasión surge una colección en la que no faltan ejemplares realmente singulares de algunos de los autores más relevantes en el ámbito del pensamiento, el derecho, las humanidades, la liturgia, la piedad o la ciencia. A esta afición une también la pasión por los iconos, las imágenes santas a que han dirigidos sus plegarias los cristianos del ámbito de la ortodoxia en las regiones orientales de Europa.
De estas dos pasiones surge una colección atractiva que ahora, con la colaboración del área de Cultura de la Diputación Provincial y hasta el 30 de junio, estará al alcance de todos los conquenses.