Según el autor, el hacer el estudio de las figuraciones que intervienen en la decoración no ha resultado una tarea fácil, pues su lectura está compuesta de elementos del campo natural e imaginario. La decoración grutesca de las rejas del XVI es muy variada, coexistiendo elementos de ornamentación vegetal y animal con elementos de guerra, tomados como trofeos, de la antigua Roma, mezclados con figuras monstruosas creando una combinación híbrida y compleja que se acrecienta con imágenes del dogma cristiano. En este trabajo ha sabido combinar las dos vertientes de toda obra, su parte artística apreciada en su belleza y ha sabido encontrar y darle el valor narrativo que enriquece y ensalza la rejería de nuestra Catedral.