En las elecciones de ayer (escribo el 25 de mayo) los electores socialistas de Cuenca, y creo que también los de Castilla-La Mancha, le han dado un mensaje al partido: o regeneración o castigo. Creo que son sus peores resultados en elecciones autonómicas y también municipales.
Aunque algunos quisiéramos apostar por la juventud, el mensaje y la ética de Pedro Sánchez, a la hora de meter el voto en el sobre, la papeleta dice que votas a empleados del partido; desde luego no a líderes que despierten entusiasmo ninguno. ¿Qué empleo les espera si asumen su derrota y dimiten?
Y en las próximas elecciones generales me temo que la papeleta irá encabezada por el mismo candidato de las anteriores y también de las anteriores. Pues vale, si el PSOE de Cuenca se atrinchera en la casta, sus potenciales votantes dejaremos de llevarles agua.
Joaquín Esteban Cava