Gerard Piqué, jugador del Barcelona Futbol Club y de la selección española, al parecer no es un cínico; sin embargo, todo indica que es un ingenuo. Lo anterior a consecuencia de sus declaraciones a propósito de la consulta por la independencia de Cataluña que se plantea realizar el próximo 9 de noviembre.
Hace unos días, Piqué publicó hace una foto en las redes sociales en las cuales se le puede ver en la manifestación del 11 de septiembre, la Diada, acompañado de su pequeño hijo (por cierto, víctima de perversión de menores a causa de las confusas ideas de su padre). “No entiendo por qué la gente se molestó”, dijo Piqué ante las críticas por su asistencia a un acto independentista. “De mí no se puede dudar. Llevo en la selección española desde los 16 años. Nunca he fallado”, agregó. Sin embargo, el jugador del Barcelona aclaró: “Estoy a favor de la consulta, es algo democrático que tiene que suceder porque la gente tiene su derecho a votar”.
Y ahí es donde está la confusión de Piqué, quien parece creer, con ingenuidad, que un proceso soberanista en Cataluña, comunidad autónoma de España y por lo tanto parte formal de este país, no afectaría a la selección española. Es decir, Piqué aparentemente cree que un proceso ilegal para mutilar España no tiene nada qué ver con la selección deportiva española. ¿Es posible semejante esquizofrenia? Lamentablemente no solo es posible, sino que es una idea ampliamente difundida en España.
Aclaremos algo: una consulta de ese tipo sería ilegal, porque está proscrita por las leyes españolas, así que la gente no tiene ningún espontáneo y unilateral “derecho a votar”, como piensa este futbolista. Se vota en elecciones que el Estado sanciona y aprueba, como no puede ser de otra forma. Otra cosa es que los independentistas catalanes asuman de facto que pueden llevar a cabo semejante consulta, a espaldas de los intereses del resto del país. El caos ideológico es total, porque se asume que las leyes de un país, en este caso España, tienen que doblegarse a capricho de cualquier antojo de plebiscito.
Lo cierto es que se confirma una vez más lo que se ha dicho varias veces en este espacio: los jugadores del Barcelona Futbol Club profesan o bien toleran el independentismo, lo cual para el caso es lo mismo; igual ocurre con su directiva y con buena parte de la gente que asiste al campo para ondear banderas estrelladas, o bien para contemplar tranquilamente los espectáculos lamentables del independentismo.
A este respecto, recomiendo la lectura de la nota del periodista Santi Giménez aparecida hoy en el diario As: “El Barcelona termina hecho un lío con el derecho a decidir”, a propósito de la falta de claridad de la actual directiva de este corrupto club para aceptar sus evidentes filias con el independentismo; sobre todo cuando en el pasado Laporta y Rosell han afirmado su compromiso con esta dudosa causa. Mucho mejor sería que, como reclama Giménez, las cosas fueran llamadas por su nombre.
Así, bien haría Piqué en aceptar que su apoyo al llamado derecho a decidir atenta no solo contra la selección española, sino contra el país en el cual él ha nacido, a menos que quiera cambiar su pasado mediante asamblea.
Manuel Llanes