A estas alturas, el nivel de altas gestionadas ronda ya el tercio del total, que se conocerá a finales de julio con la recogida del ajo blanco y morado. Se espera que las cifras alcancen los niveles de otros años, en los que se han tramitado unas 3.500 altas.
La procedencia de los empleados que van a trabajar en la recogida del ajo es mayoritariamente rumana, en un porcentaje cercano al 60%. Le siguen los ciudadanos no comunitarios, con un 30% y los españoles, cuyo porcentaje ronda el 10%. Este año no es necesaria autorización de trabajo para las personas con nacionalidad rumana, lo que está favoreciendo la contratación legal.
Esta organización denunció hace unos meses la existencia de empresas fantasma que únicamente intentan aprovechar la coyuntura de las grandes campañas para lucrarse, a costa de retribuciones ridículas que mantienen a los trabajadores extranjeros en condiciones indignas. ASAJA agradece el apoyo que está recibiendo de las distintas administraciones, la Consejería de Empleo, la Subdelegación del Gobierno y el Instituto Nacional de la Seguridad Social, para combatir estas situaciones fraudulentas. Los trabajadores de ASAJA, con su buen hacer, están consiguiendo acabar con estas empresas de servicios ilegales que no protegen en absoluto al agricultor.
Recordamos a los agricultores que es obligatorio dar de alta a los trabajadores en la Seguridad Social y tener en vigor un Plan de Prevención de Riesgos Laborales y un Concierto de Vigilancia en la Salud.