Si tuviera que vivir de nuevo alguna época de la historia de nuestro país, ésa sería precisamente la que empezó con Suárez y el Rey. El nacimiento de nuestra actual democracia y la consolidación del proceso más prolongado de paz, seguridad y modernización que jamás había vivido el pueblo español. Ése es el gran legado de Suárez: tres décadas de democracia, entendimiento y consenso.
La figura de Adolfo Suárez quedará en mayúsculas en nuestra historia. Hizo las veces de una llave maestra, cuyo giro supo cambiar en el momento preciso hacia todas las direcciones y ser esa llave que abriría la puerta de la libertad. Ha sido uno de los grandes artífices de la transformación pacífica que experimentó nuestro país pasando de casi cuarenta años de dictadura a casi cuarenta años de democracia.
Los españoles estamos profundamente agradecidos a su dedicación. No solo aquéllos que le conocimos, sino también otras generaciones, como nuestros hijos, que no le conocieron pero saben de él y ahora seguramente le vean reflejado en los libros de historia con todo merecimiento.
Emiliano García-Page Sánchez
Alcalde de Toledo y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha