AMFAR Cuenca recuerda que, según las cifras oficiales, las mujeres aportan una proporción considerable de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo, un porcentaje que llegaría al 43% tal como recoge la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Sin embargo, menos del 30% figuran como titulares de las explotaciones. Concretamente, en Castilla-La Mancha y a día 27 de enero de 2014 sólo figuraban en el registro de titularidad compartida 12 explotaciones con mujeres cotitulares. Este hecho supone una enorme desigualdad, ya que muchas desarrollan su trabajo en el campo pero permanecen invisibles de cara al mundo laboral.
El Año Internacional de la Agricultura Familiar es una conmemoración que sirve además para recordar el importante papel de los pequeños productores en la cadena alimentaria. El último censo del Instituto Nacional de Estadística hace una radiografía muy concreta de las explotaciones castellano-manchegas: el 70% de ellas no superan las 20 hectáreas y su actividad es desarrollada en su mayoría en el ámbito familiar. Los costes de realizar contrataciones, la escasa rentabilidad de lo producido o la dificultad de encontrar mano de obra bien cualificada son motivos que hacen que muchas veces los agricultores se refugien en sus propias familias a la hora de sacar adelante el trabajo. Además, la actual situación económica está favoreciendo que muchos jóvenes se replanteen un futuro en el medio rural, haciéndose cargo de los terrenos que sus padres se disponían a traspasar una vez jubilados. De ahí la importancia de políticas activas como las que priorizan las incorporaciones en el sector agrícola para poder mantener una estructura de trabajo familiar que contribuye a mantener vivos los pueblos y a generar oportunidades.
AMFAR y ASAJA de Cuenca, como entidades de apoyo al mundo rural, defenderán en todos los foros la agricultura familiar por su contribución al PIB de nuestra tierra y por su preservación del medio ambiente. Una agricultura basada en el respeto a lo local y a lo natural es más sostenible y ayuda al crecimiento y al empleo en zonas rurales pero además también garantiza los mejores productos al consumidor.