Las 14 oficinas cuentan con un volumen de negocio estimado de unos 300 millones de euros, una cartera de cerca de 10.000 clientes y la plantilla adecuada para continuar prestando el servicio que demanden los clientes.
Las oficinas traspasadas están situadas en: Arganda del Rey, Ávila, Colmenar Viejo, Fuensalida, Hoyo de Manzanares, Huete, Pinto, Santa Cruz de la Zarza, Seseña, San Sebastián de los Reyes (2), Talavera, Valdepeñas y Villaviciosa de Odón.
Se trata del primer traspaso de un conjunto de oficinas asumido por una caja rural española. La operación va a permitir a Caja Rural de Castilla-La Mancha profundizar en la vinculación con su mercado original así como extender su área de influencia a otras zonas limítrofes a Castilla-La Mancha, y ampliar su presencia en otras comunidades autónomas.
Caja Rural Castilla-La Mancha genera con esta operación un considerable impulso al plan de expansión en el que actualmente se encuentra inmersa, además de aportar a su balance un volumen de extraordinaria calidad. A través del contrato de traspaso de sucursales Caja Rural de Castilla la Mancha asume como suyos los derechos y obligaciones que Barclays tenia concertados con sus clientes.
Por otro lado, el acuerdo permite a Barclays continuar con el proceso de reposicionamiento de su negocio de banca minorista hacia el segmento Premier, a la vez que permite a ambas entidades dar continuidad al empleo en las sucursales traspasadas. En cuanto a los clientes, el acuerdo les permitirá poder seguir recibiendo servicios bancarios en la misma localidad en la que actualmente los reciben.
Barclays y Caja Rural Castilla-La Mancha se comprometen a mantener una estrecha relación de colaboración con el objetivo de facilitar la transición y garantizar a los cerca de 10.000 clientes el mantenimiento de la calidad de los servicios prestados.